Datos personales

Mi foto
Lic. CC Económicas y EE. por la USC, Post Grado Banca Comercial "Cum Laude" UB y Especialista en Dirección Financiera por la UOC.

Visitas recibidas

Buscar en este blog

sábado, 15 de mayo de 2021

Francisco Cano Alcaraz y Natalia Regolf Pérez (EA5FC, provisional. 1935, EA5AD)

 Francisco Cano Alcaraz y Natalia Regolf Pérez (EA5FC, provisional. 1935, EA5AD)

Colección Rafael Laca Arrillaga. TNX EA5BM

Colección Rafael Laca Arrillaga. TNX EA5BM

Colección Rafael Laca Arrillaga. TNX EA5BM


Francisco Cano Alcaraz nació en 1894 en Valencia y fue oficial del Cuerpo de Telégrafos en Torrente (Valencia) en 1935. A la espera de  la concesión de su indicativo oficial de radioaficionado, EA5AD, que no se produjo hasta diciembre de 1935, realizaba sus emisiones con el provisional EA5FC, iniciales de su nombre y primer apellido. 


Francisco estaba casado desde 1918 con Natalia Regolf Pérez, quien también realizó emisiones de radioaficionada con el indicativo provisional de su marido, EA5FC, como prueba la QSL adjunta, confirmación de su puño, letra y firma de su QSO con EA1BL, Enrique Vázquez Lescaille de Pontevedra.





Durante la Guerra Civil Cano ejerció labores de propaganda republicana desde la estación amateur EA5AD de la que era titular, a través de cuyo micrófono comenzó una guerra dialéctica contra los comentarios emitidos por las estaciones de onda corta puestas en marcha en el bando de Franco, Radio AZ, entre otras, y también respondiendo a las alocuciones que dirigió habitualmente el general Queipo de Llano a los oyentes de Unión Radio Sevilla emitidos en onda media. En efecto, tras la sublevación del 18 de Julio de 1936, el Comité ejecutivo popular de Torrent tomó la emisora EA5AD y mantuvo su control hasta el final de la guerra. El mismo Francisco Cano se puso al frente del micrófono de su estación de aficionado, que fue enseguida conocida popularmente como Radio Torrente, comenzando su defensa dialéctica del gobierno de la República. Cano mantuvo informada a la población sobre los avatares de la guerra y ridiculizó y se burló de los generales nacionales en el programa radial titulado Chusma Fascista, sobre todo de Franco y de Queipo de Llano.






Al caer Valencia se refugió en Barcelona donde fue arrestado en mayo de 1940 y trasladado a Torrent,  permaneciendo encarcelando en la Torre de la localidad durante meses. El 20 de Julio de 1941 fue trasladado a Paterna, donde fue fusilado tras ser condenado a la pena capital por un consejo de guerra sumarísimo. No hubo piedad para él, jamás le llegó el indulto, a pesar de que no se demostró en el proceso su implicación en muerte alguna. Su programa de radio fue utilizado como la prueba principal contra él. El fallo de la sentencia, que no dejó dudas al respecto, recoge que desde Radio Torrente, Cano profiriera «insultos groseros y soeces contra nuestro Caudillo y generales a sus órdenes». La condena fue a muerte por «adhesión a la rebelión». Tenía 48 años y  dejó viuda y dos hijos.





En 1997 su cuerpo fue exhumado y trasladado al Cementerio de Torrent donde por fin responsan sus restos mortales. 


Su hijo Francisco Cano Regolf declaró al diario El País en 2002, cuando contaba 84 años de edad: «Mi padre era un telegrafista radioaficionado de ideología socialista que puso su emisora al  servicio de la República cuando estalló la guerra. Radio Torrente fue también un medio de propaganda del Gobierno republicano que transmitía comunicados oficiales, noticiarios para España y América Latina y diarios hablados en italiano y alemán; y prestó servicios radiotelegráficos, enlazando con Tánger, el Estado Mayor y emisoras republicanas, entre ellas Radio Norte de Madrid. Además, estableció un servicio de radioescucha de radios nacionales cuyos informes aprovechó el Ministerio de la Guerra. Yo colaboré con mi padre, algunas veces hablaba yo por el micrófono, e incluso hice partes de radioescucha para el Servicio de Investigación Militar». 


Cano diseñó desde la cárcel Modelo de Valencia la estrategia de su defensa contando para ello con el el testimonio de personas de derechas a las que él había ayudado en la guerra. Al menos tres nacionales salvaron la vida gracias a la mediación de Cano con las autoridades republicanas. Su hijo y su esposa, Natalia Regolf hicieron lo imposible por conseguir su libertad pero todo fue inútil. El General Franco y los militares que conformaban el Consejo Supremo del Ejército conocían la labor de Radio Torrente, y eso les sirvió como justificación para tomar su decisión fatal sobre el destino de Cano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario