Baldomero Ferraz Faldo, EAR-32 (?-1929)
Corredor ciclista, constituye tras abandonar el deporte activo, una sociedad denominada Baldomero Ferraz y Compañía que registra en 1901 dos marcas de comercio, Le Gaulois y B. Ferraz, para distinguir neumáticos para ruedas de vehículos y otros objetos de caucho o goma elástica. en Barcelona registra dos patentes de invención relacionadas con la fabricación de elementos para el ciclismo y neumáticos para vehículos. Tiene un negocio de venta de bicicletas en la calle Balmés, 68 de Barcelona.
En 1910 aparece relacionado con actividades empresariales de fabricación y comercio en Ciudad Lineal y 1912 participa como juez en algunas pruebas ciclistas organizadas en Madrid.
En 1913 tiene la representación para España de los automóviles Sperber en Manzana 102 de Ciudad Lineal (Madrid).
En 1918 registra una patente para un nuevo sistema de elásticos para tirantes de pantalón. Reside en «Villa Primitiva», manzana 102 de la Ciudad Lineal, término de Canillejas. En 1920 otra patente de invención sobre un sistema de ligas de caucho para sujetar calcetines y medias.
La Asociación Nacional de Radioescuchas se constituyó en la tercera semana de marzo de 1926, siendo su principal impulsor, Domingo Pariente.
Su primer presidente fue Baldomero Ferraz y domicilio provisional en la calle del Pez, 14, principal izquierda, para luego fijarse en la calle del Barco, 32, bajo izquierda, de Madrid. La Junta Directiva quedaba completada con Manuel Caparrós, vicepresidente; Vicente Lorente, secretario; Francisco Bellón Villar, contador; José de Madariaga, tesorero; y vocales, Domingo Pariente, Juan de Carranza, José Díaz Galán, Ezequiel Ruiz, Miguel Pineda, Alfonso Conteras y Enrique Moreno.
El fin primordial de la asociación es procurar el mejor desenvolvimiento de la radiodifusión en España por medio de empresas genuinamente nacionales a las que pretendían prestar su cooperación. Sus primeros esfuerzos se destinaron a ayudar a Radio Ibérica, con la que contrataron ciertos espacios de emisión en su programación; y también a organizar cursos de Radioelectricidad entre sus asociados, mayoritariamente de Madrid.
La asociación fue objeto de duras críticas en la prensa a las que su presidente salió al paso para manifestar que la entidad que representaba estaba en contra del monopolio, que consideraba nefasto, y por eso precisamente se habían constituido, para pretender salvar de la situación delicada a las emisoras nacionales que atravesaban serias dificultades, entre ellas Radio Ibérica.
En un artículo titulado «Puntualicemos» publicado en la sección de radio en el diario El imparcial el 26 de mayo de 1926, Baldomero Ferraz afirma:
«…No es por tanto, extraño, que hombres de la calidad de los La Riva y Castilla, se encuentren asqueados y desengañados, ya que, por desgracia, es norma muy general en los españoles que apreciemos la más mínima cosa o ensalcemos a cualquier extranjero, y, en cambio. No se tiene en cuenta ni se estima en su justo valor ni el talento y valía de un compatriota, ni la importancia real de una obra realizada en España y por españoles.
Conste pues que la Asociación Nacional de Radioescuchas no se ha fundado ni por “el afán de constituirse en camarillas”, ni con “miras partidistas ni de bandería”, y sí con el solo fin, en conjunto, de hacer una labor eminentemente patriótica, cuál es la de favorecer en todos los órdenes el progreso y engrandecimiento de la radiodifusión española.
Todo, todo por y para la radiodifusión patria y de los radioescuchas españoles. »
Antonio Castilla López |
Hermanos De la Riva |
Para estimular a los participantes en el primer cursillo público y gratuito de morse, celebrado entre febrero y mayo de 1926, que había organizado Radio Sport con la colaboración del Radio Club de España, la revista dirigida por Cañete había anunciado un Campeonato Nacional de Recepción y Transmisión Morse exclusivo para aficionados, el cual tuvo lugar en la Escuela Oficial de Telegrafía entre el 24 y 26 de junio de 1926.
En el mismo se inscribieron 41 participantes entre Madrid y provincias. El Jurado, que fue presidido por el profesor de la Escuela Oficial de Telegrafía, Manuel Balseiro, contó además con los siguientes miembros, Ayudante, Felipe Baamonde, oficial mecánico de la Escuela Oficial de Telégrafos; Vicepresidente, Emilio Cañete, director de Radio Sport; Secretario, John D. Steell, Secretario del Radio Club de España; Vicesecretario, Fernando Girón, radiotelegrafista; Vocales, José María Illera Camino, EAR-15, Secretario de la asociación Españoles Aficionados a la Radiotécnica; José Latorre Cervera, Oficial de Telégrafos, por la asociación Unión de Radioyentes; Baldomero Ferraz, Presidente de la Asociación Nacional de Radioescuchas, y Francisco Guerrero González, radiotelegrafista, por la Agrupación de Radioaficionados.
El ganador del Campeonato fue el madrileño, Saturnino Moreno Pedraza, de 17 años de edad, que recibió a una velocidad de 30 palabras por minuto y transmitió a 40, superando con mucho a los demás participantes, entre los que se encontraban, Francisco Roldán Guerrero, EAR-10, vicepresidente de EAR; y José García Aybar, que más tarde sería titular de la estación radioemisora de aficionado EAR-45.
En 1927 se mantiene Baldomero Ferraz como presidente y Francisco Bellón pasa a ocupar un puesto de Vocal.
En marzo de 1927 Radio Ibérica es adquirida por Unión Radio. Ante la desilusión reinante entre los asociados que produjo este hecho, la ANR atraviesa una crítica situación, peligrando su continuidad. Es entonces cuando resulta elegido como presidente de la entidad Francisco Bellón Villar, que dará un nuevo rumbo a la asociación, a la que en 1928 dotó de una emisora de onda corta que primero transmitió en pruebas como 2BA y más tarde con indicativo oficial de quinta categoría EAR-110.
En abril de 1927 Baldomero Ferraz obtiene el indicativo de radioemisión EAR-32 que había pertenecido anteriormente a José María Bayarri, de Alcoy.
En mayo de ese año se comienza a publicar la revista semanal Radiodifusión Ibérica, órgano oficial de la Sociedad Nacional de Radiodifusión Española, (constituida el 14 de noviembre de 1924) propietaria de la emisora Radio Ibérica, EAJ-6 y de la Asociación Nacional de Radioescuchas. Baldomero Ferraz colabora en dicha publicación.
El 14 de octubre de 1927 se declaró caducada la licencia de Radio Ibérica y así se puso fin a la vida de esta emisora que había obtenido el inicio de su funcionamiento legal el 31 de octubre de 1924 en el Paseo del Rey, 22 y que posteriormente fue trasladada al teatro Alkázar, calle Alcalá, 20. Desde el 1 de abril, la EAJ-6 había dejado de radiar y tras alegar modificaciones técnicas en su instalación, por lo cual se le concedió autorización para cese de emisión durante los meses de abril y mayo, siendo esta prorrogada hasta final de agosto, y permaneciendo inactiva el 1 de septiembre, la administración decidió proceder a su cierre definitivo.
El 5 de mayo de 1929 fallecía Baldomero Ferraz, EAR-32 que tenía su estación instalada en Villa Primitiva, Ciudad Lineal.
En 1929, en el domicilio social de la ANR, Diego de León, 29 duplicado, se celebró la asamblea general ordinaria el 8 de septiembre. El 29 de septiembre de ese año se convocaba Junta General para proceder a la disolución de la entidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario