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Lic. CC Económicas y EE. por la USC, Post Grado Banca Comercial "Cum Laude" UB y Especialista en Dirección Financiera por la UOC.

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sábado, 9 de marzo de 2024

Francisco Bellón Villar, EAR-110, EA4AQ

 Francisco Bellón Villar, EAR-110, EA4AQ



Nació en Úbeda (Jaén). Hijo de Anacleto Bellón Garrido, panadero, natural de Baeza, y de doña Filomena Villar Velasco, natural de Úbeda. Abuelos paternos José Bellón y Ana Garrido, naturales de Baeza. Abuelos maternos Domingo Villar y Apolonia de Velasco, naturales de Úbeda.


Las primeras noticias que tenemos de Francisco Bellón le relacionan con la Asociación Nacional de Radioescuchas que se constituyó en la tercera semana de marzo de 1926, siendo su principal impulsor, Domingo Pariente.  


Su primer presidente fue Baldomero Ferraz y domicilio provisional en la calle del Pez, 14, principal izquierda, para luego fijarse en la calle del Barco, 32, bajo izquierda, de Madrid. La Junta Directiva quedaba completada con Manuel Caparrós, vicepresidente; Vicente Lorente, secretario; Francisco Bellón Villar, contador; José de Madariaga, tesorero; y vocales, Domingo Pariente, Juan de Carranza, José Díaz Galán, Ezequiel Ruiz, Miguel Pineda, Alfonso Conteras y Enrique Moreno. 


EAR-32

El fin primordial de la asociación es procurar el mejor desenvolvimiento de la radiodifusión en España por medio de empresas genuinamente nacionales a las que pretendían prestar su   cooperación. Sus primeros  esfuerzos se destinaron a ayudar a Radio Ibérica, con la que contrataron ciertos espacios de emisión en su programación; y también a organizar cursos de Radioelectricidad entre sus asociados, mayoritariamente de Madrid. 


Sala de control de Radio Ibérica

La asociación fue objeto de duras críticas en la prensa a las que su presidente salió al paso para manifestar que la entidad que representaba estaba en contra del monopolio, que consideraba nefasto, y por eso precisamente se habían constituido, para pretender salvar de la situación delicada a las emisoras nacionales que atravesaban serias dificultades, entre ellas Radio Ibérica


En un artículo titulado «Puntualicemos» publicado en la sección de radio en el diario El imparcial el 26 de mayo de 1926, Baldomero Ferraz afirma: 


«…No es por tanto, extraño, que hombres de la calidad de los La Riva y Castilla, se encuentren asqueados y desengañados, ya que, por desgracia, es norma muy general en los españoles que apreciemos la más mínima cosa o ensalcemos a cualquier extranjero, y, en cambio. No se tiene en cuenta ni se estima en su justo valor ni el talento y valía de un compatriota, ni la importancia real de una obra realizada en España y por españoles.

Conste pues que la Asociación Nacional de Radioescuchas no se ha fundado ni por “el afán de constituirse en camarillas”, ni con “miras partidistas ni de bandería”, y sí con el solo fin, en conjunto, de hacer una labor eminentemente patriótica, cuál es la de favorecer en todos los órdenes el progreso y engrandecimiento de la radiodifusión española.

Todo, todo por y para  la radiodifusión patria y de los radioescuchas españoles. »


En 1927 se mantiene Baldomero Ferraz como presidente y Francisco Bellón pasa a ocupar un puesto de Vocal.


En marzo de 1927 Radio Ibérica es adquirida por Unión Radio. Ante la desilusión reinante entre los asociados que produjo este hecho, la ANR atraviesa una crítica situación, peligrando su continuidad. Es entonces cuando resulta elegido como presidente de la entidad Francisco Bellón Villar. 


En abril de 1927 Baldomero Ferraz obtiene el indicativo de radioemisión EAR-32.


En mayo de ese año se comienza a publicar la revista semanal Radiodifusión Ibérica, órgano oficial de la Sociedad Nacional de Radiodifusión Española, (constituida el 14 de noviembre de 1924) propietaria de la emisora Radio Ibérica, EAJ-6 y de la Asociación Nacional de Radioescuchas. Baldomero Ferraz colabora en dicha publicación.







El 14 de octubre de 1927 se declaró caducada la licencia de Radio Ibérica y así se puso fin a la vida de esta emisora que había obtenido el inicio de su funcionamiento legal  el 31 de octubre de 1924 en el Paseo del Rey, 22 y que posteriormente fue trasladada al teatro Alkázar, calle Alcalá, 20.  Desde el 1 de abril, la EAJ-6 había dejado de radiar y tras alegar modificaciones técnicas en su instalación, por lo cual se le concedió autorización para cese de emisión durante los meses de abril y mayo, siendo esta prorrogada hasta final de agosto, y permaneciendo inactiva el 1 de septiembre, la administración decidió proceder a su cierre definitivo.



En octubre de 1928 la revista EAR publica en su portada la presentación de la emisora EAR-110 de la Asociación Nacional de Radioescuchas. Francisco Bellón cuenta en una carta remitida a  Miguel Moya que redactó al efecto el día 17de ese mismo mes, como en aquellos momentos de desánimo fueron acariciando «…la idea de construir una pequeña emisora y sentíamos verdaderos deseos de ser EAR para aportar nuestro modesto es­fuerzo a la importante labor que desde hace tiempo se viene efectuando por los aficionados españoles afiliados a la culta Asociación E. A. R.

Mientras esto ocurría, trabajaba con mi entra­ñable amigo D. Joaquín Moya Angeler—quien ya efectuaba pruebas de emisión—, y con tan inteli­gentísimo colaborador llegamos a pitar con indiscutible éxito, pues con nuestra emisora estuvi­mos efectuando pruebas en los meses de Mayo a Agosto del presente año, utilizando como indica­tivo “2 BA” a 150 kilómetros de Madrid y traba­jando con onda de 247 metros y potencia 15 va­tios tuvimos buenas referencias de diferentes puntos de España, referencias que nunca serán bien agradecidas, tanto más cuanto que induda­blemente encontraban en nuestro indicativo gran dificultad para descubrirnos.

En dos ocasiones se ocupó de la “2 BA” (dos buenos amigos) el periódico El Imparcial quién elogiaba cada vez más nuestro trabajo, lo que diariamente agradecíamos desde nuestro micrófono. 

El éxito de nuestras pruebas nos aconsejaba pedir la oportuna autorización, pero queríamos dar por terminado nuestro propósito tal y con­forme fue concebido y entonces pusimos nuestra emisora al servicio de la Asociación Nacional de Radioescuchas, la que ya es EAR 110.

Reina de nuevo gran entusiasmo en nuestra Asociación y en ella existen todavía valiosos elementos, capaces incluso de mejorar nuestra mo­desta obra, la que yo reconozco se debe, en primer término, a los amplios conocimientos de mi querido amigo Sr. Moya-Angeler, y ahora con el esfuerzo de todos, es de esperar que nuestra labor corresponda al recibimiento ce que hemos sido objeto por parte de la Asociación EAR,  de la que nuestra Sociedad es un asociado más.

Poco puedo decir de nuestro trabajo desde que somos EAR 110, únicamente que empezamos a

trabajar en 4 de este mes, con onda de 63 primeramente y 30 algunos días después.

En nuestra primera prueba tuvimos el honor de reci­bir la grata visita de nuestro Presidente D. Miguel Moya, quien minutos después de abandonar nuestro domicilio nos enviaba el primer qsl., entre ellos el de E-084 [Francisco Muñoz], de Puerto de Santa María, que fue el correspondiente a nuestra primera prueba y nuestro q. s. l. número 2.

No espero tenga interés alguno para los ama­bles lectores la descripción de nuestra emisora por tratarse de un circuito Meissner bien conoci­do de todos, pero siguiendo la costumbre de nuestros antecesores EAR’s la damos a conocer, aun temiendo hacernos pesados para el benévolo lector.

Utilizamos antena unifilar en forma L, inverti­da, de una longitud total de 15 metros. Al principio utilizábamos tierra, pero este procedimiento fue abandonado después al observar mejor rendimiento con una contraantena de seis metros a lo largo de un pasillo.



La bobina de antena está formada por tres es­piras de hilo de cobre de un milímetro, devanada en espiral plana y de un diámetro de 10 centíme­tro. Iguales a esta son las de placa y rejilla, con la sola diferencia de que constan de cuatro y cin­co espiras, respectivamente.

Los condensadores variables son los corrientes de recepción de 0,00035 mf. El condensador de bloqueo es de 1 mf. para tensión de 1000 voltios. La resistencia de rejilla es variable (Centralab, de 100.000 ohtns), y el condensador de rejilla es de 0,0003 mf.

Como transformador de modulación utilizamos uno de relación 1:20.

La bobina de choque de alta frecuencia es una duolateral de 150 vueltas.

El choque de modulación tiene una inductancia de 50 henrios.

Utilizamos como lámpara osciladora una Phi­llips TB 0,4/10 y como moduladora otra de igual marca TB 0,4/5. La alta tensión es de 400 voltios, obtenida por batería de acumuladores. La potencia empleada es de 25 vatios.

Y por último, diré que para la transmisión de discos de fonógrafo (Orquesta de la Estación) se utiliza un reproductor eléctrico unido a un amplificador de dos pasos en baja frecuencia.

Francisco Bollón,

Presidente de la Asociación Nacional de Radioescuchas.

Madrid, 17 Octubre 1928.»





Joaquín Moya-Angeler debe tratarse de Joaquín Moya-Angeler y Lago, abogado y oficial liquidador de utilidades de Hacienda en Almería en 1928 (32 años de edad). Casado con Enriqueta Cobo Puerta, tienen un hijo en mayo de 1929. Fue delegado de Hacienda en Almería muchos años, donde falleció en 1971.




En noviembre el boletín EAR informaba que EAR-110 se había proveído de receptor y pronto se lanzaría a por los QSOs y no sólo dedicarse a la emisión.






En el mismo ejemplar de EAR se publicó un amplio resumen de lo acontecido el sábado 10 de noviembre de 1928 en el restaurante francés Tournié de Madrid, a la una y media de la tarde. Se trataba del esperado encuentro organizado por el presidente-fundador de la Asociación E.A.R.


Miguel Moya debió pensar que sería una reunión tan multitudinaria como la que tuvo lugar en su viaje a Barcelona durante el último mes de febrero, cuando alrededor de la mesa se juntaron en su honor más de veinte comensales. Pero en realidad no fue así. La enrarecida situación que  comenzaba a percibirse entre los socios de E.A.R., y el elevado precio de 22 pesetas por comensal, podrían ser los motivos por las que la reunión no resultó tan nutrida. El cronista del reportaje, Juan Mónico, E-001 comentó al respecto: 


«Lástima fue que la reunión se organizó con alguna premura. Seguro es que si se hubiera marchado algo más QRS (despacio) pudiéramos haber conocido a bastantes más hams a quienes la rapidez de organización impidió preparar la asistencia a este primer almuerzo».


Entre la representación de la comunidad amateur del momento acudieron tres socios de la zona nordeste de la península: desde Valencia se desplazó a Madrid Ricardo Montoro, EAR- 8; desde Teruel, Francisco de A. Delgado, EAR-19 y desde Barcelona, Antonio García Banús, EAR-55. De Madrid participaron los propios directivos: el presidente, Miguel Moya, EAR-1; vicepresidente, Francisco Roldán, EAR-10; y el secretario-tesorero, José Illera, EAR-15; acompañados de Ángel Uriarte, EAR-12; Gonzalo Maestre, EAR-85; Francisco Bellón Villar, de la Asociación Nacional de Radioescuchas, EAR-110; Juan Mónico, E-001; y según revela la fotografía publicada en EAR no más de tres o cuatro más que también asistieron al encuentro.


Mónico añadió: «…podemos estar más que satisfechos del acto, y si no en materia estamos seguros que en espíritu todo el "gang" español nos acompañó en las gratas horas que pasamos en Tournié reunidos el 10 de noviembre”. Desde que fueron llegando los asistentes “las conversaciones se basaron en una interrumpida serie de recuerdos y anécdotas plenas de buen humor, de planes para el porvenir, y un homenaje para nuestro Presidente al que tanto debe la Asociación».


Reunidos alrededor de una prometedora mesa, en cuyo centro trazadas en flores estaban las iniciales de la Asociación, dio comienzo la comida con unos cuantos CQ lanzados mediante cigarrillos que EAR 1 había dispuesto para uso de cada comensal y se sirvió el siguiente menú:


DÉJEUNER Hor ́s-d’œuvre

(cq, cq, cq)

Oeufs pochés

(VI QSA) Langouste

(FB!!)

Poulet

(Hope cuagn) Tournedos

(vía EAR)

Pommes

(alló alló)

Biscuit glacé (transmita, transmita) Gateau Friandises-Fruits (terminé-terminé)

***

Vins:

Rioja blanc – Rioja Rouge Champagne Grand Cremant Café – Liqueurs

(73! 88! Hi, Hi!!”)


En el transcurso del animado banquete fueron surgiendo nuevos recuerdos y anécdotas con gran protagonismo de Francisco de A. Delgado, EAR-19, delegado de Hacienda en Teruel, quien comenzó relatando su aprendizaje del Morse mediante un claxon con el que atronó a la vecindad, y terminó hablando de sus consideraciones sobre el molesto ruido que le producía durante la escucha uno de los aparatos terapéuticos que emplean el calor producido por las corrientes de alta frecuencia.


Ricardo Montoro, EAR-8, seguramente habló de su reciente visita a las ultra poderosas estaciones de Nauen, en Alemania, donde en un elegante despacho le fue facilitado el álbum de visitantes. En este libro, pudo ver en sus primeras páginas las firmas del presidente de la República alemana y otras personalidades, entre las que también estaba la del rey de Afganistán. Aprovechando un hueco decidió insertar solemnemente la suya incluyendo nombre, apellido y un bien legible EAR-8, que le dejó lleno de orgullo y satisfacción, pues al parecer las tres letras, EAR, figuraban allí por vez primera.


Ángel Uriarte, EAR-12, apartado de la afición por algún tiempo, comentó que estaba firmemente decidido a retomarla ese mismo invierno con mejores condiciones técnicas. El secretario de la Asociación, José María Illera, EAR-15, también pensaba en volver al éter en fonía empleando una longitud de onda próxima a los 38 metros. El vicepresidente, Francisco Roldán, acababa de publicar un artículo titulado Las Telearmas de EAR-10 en Radio Sport del que posiblemente habló en la larga y distendida reunión. En dicho trabajo decía su autor: 


«…En realidad, cada profesión, ocupación o entretenimiento tiene sus armas respectivas, ofensivas o defensivas; pero armas al fin, y que en la palestra se miden con las de sus colegas (aunque estos sean amigos), y siempre vence el más fuerte y más diestro….».


El capitán de Artillería y Gonzalo Maestre, EAR-85, también hablaron de sus pruebas de modulación cuyo balance general fue una clara tendencia a la fonía.


Siguiendo la crónica de Mónico: 


«Llegados a los postres del almuerzo ocurrió algo sorprendente, pues aunque todos hayamos, a fuerza de mirar y remirar circuitos, conseguido, como vulgarmente se dice, “metérnoslos en el bolsillo”, no sabíamos, hasta la fecha, que pudieran meterse en el estómago. Y sí; entre los comensales dimos fin a un Hartley indirecto que el repostero tuvo la feliz ocurrencia de trazar sobre una tarta». 


EAR-85, comentó entonces: 


«Señores, me voy a comer un miliamperímetro. Otro, una inductancia; otro, un condensador. Un caso de radiofagia».


El brindis de los asistentes con champán haciendo votos por la Asociación E.A.R. precedió a la lectura de las veintiuna adhesiones recibidas, entre ellas las remitidas por Ramón de Lili Galdames, EAR-21, de Bilbao; José Blanco Novo, EAR-28, de Santiago de Compostela, Juan Arrillaga, “Txomin”, EAR-42, de Marquina; José Romero Balmás, EAR- 44, de Almería; José Ruiz de las Cuevas, EAR-52, de Aguilar de Campóo; José Baltá, EAR-54 y delegado de E.A.R. en Barcelona; José Romero Sánchez, EAR-61, también de Barcelona; Francisco Balsells, EAR-63, de Reus; Valentín Herrero, EAR-74, de Irún; Luis Sagués, EAR-94, y Luis de la Tapia, EAR-TP, ambos de Barcelona. Se adhirieron igualmente a la reunión dos componentes del “gang” madrileño: Adelino Martínez, EAR-72 y Julián Tejeiro, EAR-98, junto al recién instalado en Madrid, Manuel Marí Morante, E-089 y ex-EAR-37.


Algunos de los telegramas que se recibieron fueron los siguientes:


«Gang Pasajes (Guipúzcoa) transmite cordial adhesión acto de hoy rogando excuse asistencia E-081 (José Juanes) y E-080 (José Ardanuy). Afectuosos saludos todos colegas.- Ardanuy».


«Desde Tenerife saludo afectuosamente todos miembros reunidos Tournié próximo sábado. Colega Fernando Torres Romero (E-103)».


El Delegado de la 3° Región de E.A.R. lamentaba no poder acudir: 


«Imposible obtener permiso para asistir banquete ruego me excuse ante camaradas. Abrazos todos.- Javier Fuente EAR 18».


Fueron leídas las siguientes adhesiones, llegadas de las Delegaciones de E.A.R., comentando el homenaje merecido que debería hacerse a su presidente-fundador.


Todas ellas se basaron en la propuesta efectuada por los colegas «FR-EAR» del archipiélago Atlántico, la primera que se escuchó fue precisamente la enviada por el Delegado de la 10ª Región, Antonio Suárez Morales, FR-EAR-75, en representación de algunos colegas con indicativos «provisionales», titulares de estaciones receptoras de onda corta, y él mismo como único titular de indicativo oficial: 


«”El” gang de las Islas Canarias a todos los compañeros nacionales reunidos en paternal cuchipanda»: Muestra su deseo figurado de que sus antenas bien pudieran convertirse en conductores de ellos mismos y que «…cuando llegue la hora de los brindis paternales, nuestros deseos fueran traducidos R-9 (fortísimo) por el altavoz del champán, diciendo: 


Aquí Canarias. Este “gang” se presenta a prodigar personalmente el abrazo cordial tantas veces ofrecido “on the air” a nuestros radio colegas nacionales…Todos sabemos que el nombre de nuestro Presidente está tan ligado al nombre y a la acción de nuestra EAR, que casi no es posible pensar en ésta sin que surja ante nosotros la figura de don Miguel Moya, que a todos nos alienta con sus entusiasmos inextinguibles; que es toda el alma indiscutida e indiscutible de nuestra Sociedad, y que es el autor material de esta obra de nuestros entusiasmos.

Pues bien: el “gang” de Canarias… propone en este acto, que sea solicitada del Gobierno una condecoración oficial adecuada, de la máxima distinción, para premiar los esfuerzos y los entusiasmos de nuestro querido Presidente, que ha conseguido, por la fuerza de su gestión personal, que hoy seamos legión los españoles que paseamos vía el aire por todos los ámbitos del mundo el nombre glorioso de nuestra patria…nómbrese en este acto una comisión que se encargue de gestionar el galardón bien merecido…Las insignias serán costeadas proporcionalmente por todas las delegaciones regionales».


Mónico relata que «…La adhesión se leyó ante la protesta de nuestro querido Presidente que fue forzado al silencio, recibiéndose con calurosos aplausos».


Se procedió entonces a la lectura de las cartas enviadas por otros delegados regionales apoyando tal solicitud. En ellas el madrileño Fernando Castaño, EAR-2 y Delegado de la 1ª, escribió: 


«…pensaba yo pedir en dicho acto, fuera solicitada una condecoración oficial adecuada para premiar los esfuerzos y trabajos realizados por nuestro presidente D. Miguel Moya…». 


El delegado de la 5a, Carlos Sánchez Peguero, EAR-9, comentó desde Zaragoza: 


«…unánimemente los de esta peña nos adherimos de todo corazón a la iniciativa de los Canarios en demanda de una recompensa oficial para nuestro querido Moya».


Por su parte, José Baltá Elías, EAR-54 y Delegado de la 6a, sentenció: 


«Cordialmente me adhiero al homenaje a nuestro Presidente y a la proposición de EAR-75. También se adhieren EAR 94 (Luis Ma Sagués), EAR 63 (Francisco Balsells), EAR 61 (José Romero), Hill (EAR-109), Tapia (EAR- TP)».


Todos los reunidos aquel día en el Tournié apoyaron igualmente la solicitud ofreciéndose para formar la comisión gestora: Francisco Roldán, EAR-10; Francisco Bellón, EAR-110; y Juan Mónico, E-001. Por su parte, Ricardo Montoro, EAR-8, haciéndose eco del gang valenciano, se puso igualmente a disposición de la comisión para ofrecer su esfuerzo.


Finalizado el acto, el presidente-fundador de E.A.R. se dirigió a los asistentes agradeciendo la presencia de todos y queriendo rehusar el homenaje. Pero, como dejó escrito Mónico, «Naturalmente sus palabras en las que se refleja su acostumbrada modestia no se toman en cuenta».


Moya manifestó a los presentes durante su intervención su deseo de que pudiera repetirse anualmente aquella reunión como acto de tan franca camaradería. La respuesta a tal propuesta no se hizo esperar y todos se comprometieron en volver a encontrarse el 10 de noviembre de años venideros.

La iniciativa del gang canario también quedó reflejada en las páginas del boletín del Radio Club de Cataluña, que dictaminó en estos términos: 


«…Esta es la proposición de los activos aficionados canarios, a la que nos adherimos por ser justa la recompensa pedida para D. Miguel Moya.»


Reunión de 10 de noviembre de 1928 con EAR-1

En enero de 1929 las ruedas fónicas en las tardes dominicales en Madrid unían a los radioemisores de la capital con Barcelona, Portugal, Francia y Bélgica. Francisco Roldán Guerrero, EAR-10; Gonzalo Maestre,EAR-85; Francisco Bellón Villar, EAR-110; Enrique Hidalgo, E-87, entre otros. 


En febrero Francisco Muñoz, EAR-113, desde el Puerto de Santa María, tenía QSO en fonía con EAR-85 y EAR-110.


El 5 de mayo de 1929 fallecía Baldomero Ferraz, EAR-32 que tenía su estación instalada en Villa Primitiva, Ciudad Lineal.


La nueva asociación de radioemisores española denominada Red Española  nacía el 25 de mayo de 1929 bajo la presidencia del ingeniero Antonio Ochoa Parias, con el objetivo de acabar con la dirección personalista de EAR llevada acabo por Miguel Moya, EAR-1, desde su fundación en 1926, y dar un nuevo rumbo a la Radioafición Española, haciendo a la nueva organización surgida más participativa y abierta a los cambios.


En 1929, en el domicilio social de la ANR, Diego de León, 29 duplicado, se celebró la asamblea general ordinaria el 8 de septiembre. El 29 de septiembre de ese año se convocaba Junta General para proceder a la disolución de la entidad.


El indicativo fue mantenido por Francisco Bellón, teniendo su estación instalada en la dirección  que hasta la desaparición de la ANR constaba como domicilio social de esta.


En el mes de agosto una Comisión gestora formada por Francisco Roldán, EAR-10; Francisco Bellón, EAR-110; y Juan Mónico , E-001 se dirigía a Luis Cirera, EAR-106, presidente del Comité Ejecutivo de E.A.R. en la Exposición Internacional de Barcelona en la que le sugería que la solicitud al gobierno de una condecoración oficial a Miguel Moya como reconocimiento a su labor en favor de la radioafición española, acordada en la primera reunión-almuerzo celebrada en Madrid el año anterior y apoyada por todas las delegaciones, se efectuase en el marco de las Jornadas de Onda Corta previstas con motivo del evento. 


Respecto a la parte no oficial, le informan de la intención de entregarle a EAR-1 un título de Presidente-fundador y una insignia EAR, troquelada en oro, costeada por todos como recuerdo y muestra de admiración hacia él, en el transcurso de las mismas jornadas.  


La respuesta de Cirera fue afirmativa en ambas cuestiones, una vez tratado y acordado en el Comité mencionado. La suscripción abierta para recaudar los fondos necesarios se puso en marcha con fecha límite de 25 de octubre y que había de ser enviada al domicilio de EAR-110.


Esta información fue hecha pública en el boletín EAR de septiembre y concluía con la nota siguiente:


«Aprovechamos esta oportunidad para recordar a to­dos los colegas que dada la importancia que han de re­ vestir los actos a celebrarse en las Jornadas de Onda Corta, convendría que en el correspondiente “stand" de la E. A. R. en la Exposición se encontrara una re­presentación máxima del radioamaterismo español, tan­to en aparatos como en QSL’s, para dar así públicamen­te la sensación de tuerza que en realidad hoy tiene la Asociación E. A. R.»


Se acercaba la fecha de celebración del homenaje al presidente fundador de la Asociación E.A.R., y la comisión gestora se vio obligada a reclamar, en ciertos casos, la contribución regional a sus delegados mediante una carta. Con tal finalidad, Juan Mónico, E-001, fue quien procedió a hacer de nuevo la solicitud. Al tener conocimiento del asunto el delegado de E.A.R. en la tercera Región, Javier de la Fuente, EAR- 18, este envió respuesta a Francisco Bellón, EAR-110, el lunes 28 de octubre de 1929, en la que le dice:


«Mi estimado amigo y compañero:

Ayer recibí una carta de Mónico en la que me recordaba el envío de las cuotas de este gang para el homenaje a nuestro querido Moya.

El no haberlo mandado antes no ha sido por olvido, al contrario, desde que recibimos el último “EAR” y vimos la idea de Vds. todos simpatizamos con la misma y desde entonces me ocupé de ir recaudando las cuotas, tarea difícil y lenta, ya que actualmente hay varios OMs ausentes.

Ya no he querido retardarlo más y hoy por giro postal nº 238 le he remitido la cantidad de 21 pesetas, importe de las cuotas del gang santanderino compuesto de 7 colegas que son los siguientes:

D. Julio Soler EAR-17, D. F. Javier de la Fuente EAR-18, D. Luis Derqui EAR-66, D. Carlos Pereda EAR-67, Don Alfonso R. Lafont EAR-138, D. Alberto Seco EAR-150 y D. Antonio Victorero EAR-V.

Rogándole me disculpe por este retraso involuntario, le saluda su affmo. amigo y colega.»


La Exposición Internacional de Barcelona, celebrada en noviembre de 1929, contó con un stand de la Asociación E.A.R. ubicado frente a la puerta lateral C del Palacio de Proyecciones dotado de gran iluminación en sus 22 m de fachada. En él se mostraron cuatro grandes cuadros con toda la documentación enviada por los aficionados españoles y las principales asociaciones extranjeras, entre las que cabe mencionar, Réseau des Emetteurs Français, Journal des 8, Associazione Radiotecnica Italiana y Radio Giornale. Se contó también  con numerosos documentos de los radioemisores españoles, entre ellos, gran cantidad de QSL’s. y las aportaciones de Miguel Moya, EAR-1; el Radio Club de Cataluña, EAR-25; Francisco Baqué, EAR-35; José Ruiz de las Cuevas, EAR-52; Arturo Llorca, EAR-115; y José López Agudo, EAR-116. 


Para el Concurso de diseño de QSL’s que se había anunciado con motivo de la celebración de la Exposición, fueron presentadas las tarjetas enviadas por Miguel Moya, EAR-1; Julio Requejo, EAR-16; Javier de la Fuente, EAR-18; Francisco de A. Delgado, EAR-19; Juan Arrillaga, EAR-42; Luis Ferrer de Barcia, EAR-47; Jaime Más, EAR- 59; José Romero Sánchez, EAR-61; Leonardo Picallo, EAR-62; Julián Tejeiro, EAR-98; Vicente Albors, EAR-99; Luis Cirera, EAR-106; José López Agudo, EAR-116, y José Iznaola, EAR-127.


El homenaje a Miguel Moya fue efectuado como estaba previsto y el encargado entregarle el diploma y la insignia fue José Baltá, EAR-54, Delegado Regional de E.A.R. en Cataluña.



El boletín EAR de enero de 1930 se hizo eco de la siguiente información:


«En uno de los últimos números de la conocida revista “L’Antenne” se publicaba una lista de las estaciones de broadcasting que pueden oírse en ondas inferiores a loo metros. En esa lista de grandes emisoras mundiales figura la EAR 110. de que es operador I). Francisco Bellón.

En efecto, la estación de nuestro compañero no es sólo de las que se oyen, sino de las “que pueden oírse”.»


El 29 de marzo de 1931 se celebró en el Instituto de Ingenieros Civiles la Junta General Ordinaria de la asociación E.A.R., en la que, dentro de los asuntos a tratar en el orden del día, estaba una propuesta de la Junta Directiva en relación con el Congreso Internacional de Radiotelegrafía que habría de celebrarse en 1932. Dicha propuesta, que fue aprobada por mayoría, consistía en la creación de una Comisión organizadora que se ocupase de todo lo relativo a la partición del radioamaterismo en la próxima Conferencia Radiotelegráfica Internacional que iba a tener lugar en Madrid al año siguiente, y la celebración de una asamblea de radioamateurs con tal motivo. La Comisión quedó constituida, bajo la presidencia de Francisco Bellón, de la EAR-110. Formaban también parte de la misma, Federico Gomis, EAR 191; Gonzalo Maestre, EAR 85; Francisco Martin, EAR 197; José Mercé, E-163; José María de la Puente, EAR 168 y Julián Tejeiro, EAR 98.

Dicha Comisión se  encargaría de ponerse en contacto con las asociaciones extranjeras y con los EAR’s de las agrupaciones regionales  para todos los efectos de la organización, designación de subcomisiones, etc.; dará la debida publicidad a sus iniciativas y gestiones, y a ella deberían  dirigirse todos los EAR colegas para toda clase de informaciones y consultas.


En el transcurso de la citada Junta General Ordinaria el Presidente, Miguel Moya, EAR-1 leyó varias cartas dirigidas a la Directiva en los últimos meses solicitando la aplicación del artículo 15 del Reglamento a los socios: Francisco Roldán Guerrero, EAR-10; Ángel Uriarte Rodríguez, EAR-12; Jesús Martín de Córdova Barreda, EAR-96; Esteban Muñoz Díaz, EAR-136; José Guitierrez Corcuera, EAR-125; y José Ardanuy Olagüe, EAR-141, a los que les comunicó, estando todos ellos presentes, que por las razones aducidas en las citadas cartas, reiterados actos de hostilidad y agravio hacia a un considerable número de socios, causando grave daño a la buena marcha y unidad de la asociación, la Directiva había acordado darlos de baja en la misma.


El 24 de enero de 1932, la asociación E.A.R. contestaba a la invitación efectuada por la Dirección General de Telecomunicación, el día 9 del mismo mes, para que designara a sus representantes en la Conferencia Radiotelegráfica Internacional que se iba a celebrar en septiembre en Madrid, y en la Comisión Preparatoria de la misma. La asociación nombró a los siguientes representantes en la Conferencia: Julian Tejeiro, EAR-98; Francisco Martín, EAR-197; José María de la Puente, EAR-168; José Mercé, EAR-219; Francisco Bellón, EAR-110 y Gonzalo Maestre, EAR-85. Para la Comisión Preparatoria fue nombrado el Secretario de la E.A.R., José María Illera Camino, EAR-15.


Por parte de Red Española fueron designados para representar a la asociación en las reuniones preliminares de la Conferencia, Francisco Roldán Guerrero, EAR-10, Capitán de Artillería y Presidente de Red Española; Ángel Uriarte Rodríguez, industrial y Secretario de Red Española; Fernando Gallo de Valle, EAR-161, Abogado del Estado y delegado de Red Española en la Región Centro; Pedro Roa Sáez, EAR-80, Jefe de Negociado del Ministerio de Comunicaciones y Emilio Cañete Escribano, EAR-3, Director de Radio Sport.


El 2 de febrero de 1932 tuvo lugar la primera reunión de la Comisión Preparatoria, en la que se entregó a los asistentes un libro de 800 páginas editado por la Oficina Internacional de Berna donde se recogían las proposiciones razonadas y las propuestas de modificación del Convenio de Washington efectuadas por varios países que sería revisado en la Conferencia de Madrid de 1932.


El boletín EAR recogía la noticia de que el 10 de mayo de 1932 falleciera en Linares (Jaén) el padre de Francisco Bellón.


En junio de 1932, la revista EAR daba a conocer la dimisión irrevocable de Miguel Moya como Presidente de la asociación. En una carta circulada entre sus colegas, Moya decía que "después de haber trabajado un poco en formar primero y en defender después a la asociación E.A.R., y después de una labor incesante durante siete años, se considera con derecho al descanso". En su carta, Moya también decía: "[...] Creo que puede no ser necesario el que resida en Madrid el comité ejecutivo de la asociación [...]", como ya ocurría en otros países. Moya sugiere incluso que en una posible reforma de los estatutos se contemplase la posibilidad de que la Junta Directiva residiese durante cierto tiempo en cada una de las regiones que conformaban la asociación, en función del número de socios de cada una, la intensidad de sus actividades y otros factores que se determinasen. Moya terminaba su carta de dimisión de la siguiente forma: "[...] No necesito decir a usted cuan de veras deseo que los radioaficionados españoles continúen la obra que todos, con el mejor deseo, hemos realizado. Yo he puesto en ella todo mi entusiasmo y todo mi cariño. Sólo ahora, pasados momentos de lucha que algunos temieron pusiera en peligro la vida de nuestra Asociación, hoy más fuerte y respetada que nunca, me decido a dejar mi puesto y a despedirme de mis queridos amigos y colegas.".


Tras dimitir el Presidente, lo hizo también el Vicepresidente, José Casani, EAR-92, Conde de Vilana.


La publicación de la revista EAR, dirigida y editada por EAR-1, fue suspendida, siendo el último número publicado de la misma el correspondiente a junio-julio de 1932. En el se indicaba, en español, inglés y francés, que toda la correspondencia y QSL's para España debían dirigirse al apartado de correos de Telégrafos  en  Santander. Javier de la Fuente, EAR-18, había accedido al deseo de Miguel Moya de relevarle en la presidencia de E.A.R. La Junta dimisionaria había nombrado una Junta provisional que se encargaría de convocar una Junta General para resolver el problema creado. Como vicepresidente de la Junta Provisional fue elegido Francisco Puerta, EAR-39, y secretario, Luis Derqui, EAR-66.


El presidente de Red Española, pasó unos días  del mes de julio de 1932 en el principado y el gang asturiano le agasajó con un banquete. Junto a Francisco Roldán, EAR-10, se reunieron en Gijón:  Edmundo Mairlot, EAR-185; Jaime Ramón Ovín, EAR-121; Rafael de San Juan, EAR- 126; Adolfo N. Nespral, EAR-174; Manuel Cañedo, EAR-226; y José Luis Alvargonzález, EAR-PP; también se unió a ellos Enrique Castaño, EAR-CL, de León.


Ante la proximidad de la fecha de celebración de las Conferencias Telegráfica y Radiotelegráfica que traería a España a los representantes de la I.A.R.U. y los de otros países extranjeros, decidieron unirse las delegaciones de E.A.R. y R.E. por considerar que la radioafición española debería tener voz única en las reuniones de este trascendente acontecimiento internacional. En consecuencia, representantes de la asociación E.A.R. se sentaron a dialogar con los de Red Española con el fin de llegar a un entendimiento.


En los primeros días de julio de 1932 se constituyeron las comisiones correspondientes a ambas asociaciones, formadas por: Emilio Cañete, EAR-3; Francisco Roldán, EAR-10; Ángel Uriarte, EAR-12; Jesús Martín de Córdova, EAR-96; y José Gutiérrez Corcuera, EAR-125; por parte de Red Española, y José Illera, EAR-15; Francisco Bellón, EAR-110; José María de la Puente, EAR-168; y José Mercé, E-163, EAR-219, en nombre de E.A.R.


Según R.E. en una carta dirigida meses después a E.A.R.:


«… Cuando en la fecha indicada se iniciaron las conversaciones sobre este asunto nosotros solicitamos que dichas conversaciones tuviesen carácter oficial indicando que la presencia del Sr. Illera [EAR-15] en la Comisión de la Asociación E.A.R., con su carácter de Secretario de la indicada Asociación era para nosotros suficiente garantía del carácter oficial que de esa manera tendría la Comisión de la E.A.R. Así se procedió y, de acuerdo con las normas habituales en esta clase de entrevistas, que en este caso se desenvolvieron en un plazo de pocos días, los acuerdos se condensaron en el proyecto de circular que, aprobada por ambas partes, habría de ser repartida entre todos los miembros de ambas entidades para notificarles el acuerdo y solicitar su aprobación. De esa circular se sacaron dos copias; una que conservamos nosotros y otra que se entregó al Sr. Illera …».


Entre el 3 de septiembre y el 10 de diciembre de 1932 tuvieron lugar en Madrid las Conferencias Telegráfica y Radiotelegráfica. Durante los 98 días en que se desarrollaron las intensas reuniones de los comités y subcomités en que fue dividida la asamblea, los representantes de la radioafición de nuestro país, encarnada en Red Española, defendieron los intereses del colectivo en un momento en el que peligraba el mantenimiento del status quo, al que se aspiraba. Más de ochenta países participaron, a través de sus seiscientos cincuenta delegados, en las sesiones en las que se adoptaron importantes decisiones. La representación activa de los amateurs españoles estuvo formada por Francisco Roldán, EAR-10; Ángel Uriarte, EAR-12; Emilio Cañete, EAR-3; Pedro Roa, EAR-80; José Gutiérrez Corcuera, EAR-125; Francisco Bellón, EAR-110; y José Mercé, EAR-219.




Francisco Javier de la Fuente, EAR-18 ejerció de Presidente de E.A.R. hasta que el 12 de enero  de 1933, se disolvieron en Madrid las asociaciones Españoles Aficionados a la Radiotécnica y Red Española para constituir la Unión de Radioemisores Españoles. Desde entonces, Javier de la Fuente pasó a desempeñar el cargo de Consejero Regional de Castilla-León-Noroeste de la nueva asociación.


Aprovechando la estancia en Madrid de Javier de la Fuente, EAR-18, se reunieron en una comida fraternal varios colegas del gang de Madrid, para conmemorar la fusión EAR-RE y testimoniarle su simpatía a EAR-18 que, con su acertada gestión, había colaborado a tan feliz resultado.



En la fotografía, de izquierda a derecha se puede ver a José María de la Puente, EAR-168; José Acosta Gea, EAR-DO; Esteban Muñoz, EAR-136; Martín Hernández González, EAR-256; Francisco Bellón Villar, EAR-110; Emilio Cañete Escribano, EAR-3; Ángel Uriarte, EAR-12, Francisco Javier de la Fuente, EAR-18; José Carmona, 234; y Alberto Kirschner, EAR-225.


El primer presidente de la Unión de Radioemisores Españoles fue Angel Uriarte, EAR-12. Le acompañaron en la Junta Directiva: José Mercé, EAR- 219, como vicepresidente; Francisco Be- llón, EAR-110, como secretario; Emilio Cañete, EAR-3, como tesorero; José Carmona, EAR-234, como contador; Rogelio de la Torre, EAR M, como director del boletín, y Jesús Martín de Córdova Barreda, EAR-96, como encargado de tráfico.


En enero de 1934 se produce el cambio de nomenclatura de los indicativos de radioemisores  de quinta categoría, asignándole a Francisco Bellón Villar el EA4AQ.


En marzo de 1935, Ángel Uriarte presentó su dimisión como Presidente de U.R.E.. En la revista Radio Sport, Emilio Cañete pública, en su sección Ondas Cortas, "suplemento dedicado a los simpatizantes, emisores y receptores", un artículo que tituló "Nosotros y las agrupaciones de radioemisores", en el que se refiere a la situación existente en la radioafición española en ese momento, con una U.R.E. en decadencia y el auge de las agrupaciones regionales de radioemisores. Su contenido íntegro es el siguiente:


"Llega a nuestras manos una hoja titulada «Memoria», en la que la Presidencia de la Unión de Radioemisores Españoles presenta la nueva candidatura para 1935.

Su lectura nos produce tristeza ya que no podemos menos de recordar las épocas del pasado esplendor de URE, en las que vemos algo de nuestro propio esfuerzo, perdido por completo, ante tal decadencia.

Quizá por el hecho de haber alternado en las tareas de directivo y haber convivido en momentos difíciles y en nobles y empeñadas luchas que cristalizaron después en la URE, somos los primeros convencidos, y más que ninguno, del gigantesco esfuerzo, de la labor de titán, de absoluta buena fe, llevada a cabo por Ángel Uriarte,  el hoy Presidente dimisionario de URE.

Nadie pondrá al servicio de URE cuanto de voluntad, perseverancia, trabajo, inteligencia y desinterés puso quien, como él, abandonó sus negocios —único patrimonio de que dispone— por el triunfo de una asociación a la que brindó tantas horas de asiduidad y de un modo tan polifacético.

Pero, justo es reconocerlo, nadie más difícil de someterse al criterio de sus compañeros de directiva y a otras orientaciones que no fuesen las de su propia sugerencia.

Los que de cerca conocíamos a Uriarte no nos extrañó el hecho de que al elegir, él mismo, la candidatura de 1934 no figurase en ella un sólo nombre de los que habíamos constituido, en diversas épocas, directivas de EAR, RE y URE.

Evidente que sólo así podría desarrollar una política de su entera complacencia, con el aval de una Junta, que no tendría más voluntad que la suya.

Muchos aspectos sociales habíanse iniciado en anteriores épocas; pero el afán creador de Uriarte, aun a costa de su propio esfuerzo, concibió la idea de editar una revista, propia de URE, de cuya publicación ha quedado una triste experiencia.

Hubiéramos hecho un vaticinio a su aparición, pero pudiéndose interpretar como un despecho nuestras afirmaciones que hacemos hoy, virtualmente desaparecida aquélla, asegurando que el fracaso actual de la URE se debe precisamente a la creación de su revista, órgano social.

No dudamos que el Boletín propio sea un anhelo social; pero los años transcurridos en EAR, RE y después en URE demostraron que era imposible.

De este fracaso, que como decimos, ha estado apunto de zozobrar para siempre la asociación, era el primer convencido el propio Uriarte que sabía, a ciencia cierta, que en la asociación no había hombre capaz de continuar la publicación del Boletín de URE. Quizás algunos se sonreirán al leer esta afirmación. Nos alegramos que sean más capaces; pero, estamos seguros, el tiempo nos dará la razón.

Naturalmente que cuanto más alto se colocase este Boletín más se evidenciaría el cambio de mano y más se echaría de ver la capacidad de su primitivo creador y animador.

Y como todo en este mundo su juzga por comparación, el Boletín se parecía, salvo en volumen, a RADIO SPORT al que había que superar, si posible fuese. Esfuerzo grande, grandioso, no nos cansaremos de repetirlo —que no hará ninguno de los que le sucedan—; pero que precisamente la semejanza le restaba el principal mérito, Se veía en la copia un personalismo innecesario.

Se utilizó, como argumento para buscar publicidad, la semejanza —que así se confesaba— con RADIO SPORT que al número siguiente cambiaba su distribución.

Se ofrecía cuatro veces más comisión que nosotros damos a nuestros vendedores; algo que una sociedad no debía hacer para con quien, como nosotros, había procedido con tanto cariño, tanta nobleza y tan probado desinterés.

Pero todo esto lo daríamos por bien hecho, y mejor empleado, si realmente el Boletín de URE hubiese respondido a su finalidad.

Su texto técnico era inadecuado a la masa de sus lectores, ya que los que podían digerir aquello preferían tomarlo, exento de errores, del Q.S.T.

El lujo editorial, sólo comparable al nuestro, y que ninguna otra publicación, ni aun el Q.S.T.—citemos como revista órgano consiguió—, acarreó pérdidas económicas que se hubieran acrecentado de haberse publicado todos sus números.

Entretanto no podía disponer de un teléfono Ia asociación y el local hubo de reducirse, mientras otros servicios, económicamente tan necesarios como los burocráticos, quedaban desatendidos.

Pero aunque este estado de penuria, bajo tan doradas cubiertas, no hubiese llegado a producirse, nadie será capaz de dudar de que esta inagotable fuente de trabajo —el caudal de energías y actividades de Uriarte—, realmente aplicado a la sociedad hubiera representado un triunfo enorme.

El período porque atraviesa URE es realmente crítico; las regiones constituidas en gang autónomos, y algunos de ellos incorporados a países extranjeros...

Con entusiasmo se han aprestado algunos ex directivos, que conocen a fondo el problema de la asociación, a ocuparse de ésta encaminando sus primeros pasos, demostración de cuanto anteriormente decimos, para llegar a una entente con otra revista de reciente creación.

Una asociación, ya constituida en alguna región, Barcelona y Valencia, y en período constitutivo en Madrid —la Agrupación EAR- se ha dirigido a nosotros para que seamos su portavoz—, se lo agradecemos mucho por no ser esta distinción  ni merecida, ni esperada.

 Pero no son estos los momentos para que RADIO SPORT, que fue el factor que decidió la batalla RE-EAR, tome partido por un grupo creado contra el que realmente debe vivir, porque en él todos han puesto —nosotros también— su voluntad, porque es de todos y es para todos, a cobijo de un título tan simpático, patriótico, y representativo, como lo es el de «Unión de Radioemisores Españoles»."  


El 31 de marzo de 1935 se convocó una Asamblea General de socios de UR.E. en la que fue elegida nueva Junta Directiva, que quedó así conformada: Francisco Roldán Guerrero, EA4AB, ex EAR-10, Presidente; José Gutiérrez Corcuera, EA4AT, ex EAR-125, Vicepresidente; Edmundo Mairlot Chaudoir, EA4CC, EA1AS, ex EAR-185, Secretario; Francisco Bellón Villar, EA4AQ, ex EAR-110, Tesorero; y José María Benito Urgel, EA4BN, ex EAR-308, Contador. Entre los miembros de la anterior Junta Directiva estaban, Enrique Castaño, EA4BJ, ex EAR-259; Jesús Planchuelo, EA4BC, ex EAR-204; y Losada, EA4BT, ex EAR-319, entre otros.


Los nuevos directivos de U.R.E. pusieron todo su empeño en buscar la unión de todos los radioaficionados españoles.


El 13 de octubre se desplazan a Córdoba el presidente de URE y varios directivos, entre ellos Bellón, EA4AQ, para participar en la entrega del Botón de oro de URE a Emilio Ortega L. Obrero, EA7BC.



En la revista URE de febrero de 1936 se dio cuenta de la renovación de cargos de su Junta Directiva en la Asamblea General celebrada el 26 de enero de ese año que quedó formada como sigue: Presidente, Francisco Roldán Guerrero, EA4AB; Vicepresidente, José Gutiérrez Corcuera, EA4AT; Secretario, Edmundo Mairlot Chaudoir, EA4CC; Tesorero, Francisco Bellón Villar, EA4AQ; Contador, José Maria Benito Urgel, EA4BN; Tráfico, Antonio Martín Esteban, EA4BU; Auxiliar, Diego Garcia Navarro, EA4BW.


En dicha Asamblea General se presentó por parte del gang de Aragón, por medio de su Delegado en Zaragoza, Julio Requejo Santos, EA2AD, representado en el acto por Jesús M. de Córdova, las siguientes peticiones: "Primero Que conste en acta la satisfacción de los asociados de «U.R.E.» por la labor llevada a cabo, en el ejercicio que acaba de terminar, por la Junta saliente, propuesta que también hace nuestro asociado en Doña Mencía, señor Sotomayor EA7BN. Segundo Que la Asamblea acuerde otorgar el emblema de oro correspondiente a 1936 a nuestro Presidente señor Roldán Guerrero, y Tercero. Que la Asamblea acuerde, igualmente, abrir el Libro de Honor de «U.R.E.» encabezando sus páginas con las firmas de los cinco directivos que han regido la Asociación en 1935."


Las tres propuestas fueron tomadas en consideración y a continuación, después de leer el Secretario multitud de cartas de adhesión recibidas con motivo de la celebración de la Asamblea, se levantó la sesión a las doce y cuarenta y cinco minutos.


Muchos de los concurrentes a la Asamblea se reunieron posteriormente en un céntrico restaurante en amigable almuerzo de franca camaradería.


El 19 de abril de 1936 asistieron a un homenaje en Zaragoza la cúpula directiva de URE, para imponer al delegado, Julio Requejo, EA2AD, el Botón de Oro acordado en la Asamblea General del año anterior junto al del delegado en Córdoba, Emilio Ortega, EA7BJ. En esos días el Subsecretario de Comunicaciones había remitido al presidente de FAR, Miguel Moya, un escrito accediendo a su petición de que los aficionados pudiesen utilizar la banda de ochenta metros.


El 17 de mayo de 1936 tuvo lugar en Madrid el acto de imposición del Botón de Oro, premio a su labor y dedicación a la Radioafición, al Presidente de U.R.E y uno de los más grandes personajes de la radioafición española, Francisco Roldán Guerrero, EA4AB, anteriormente EAR-10. A dicho acto no pudo acudir Francisco Bellón, EA4AQ, al tener que desplazarse en la madrugada a Andalucia donde había fallecido su querida hermana. Se publicó una fotografía del grupo de asistentes en las revistas de U.R.E. y Radio Sport.




A comienzos del verano de 1936 fue cuando se realizaron en España los primeros ensayos en la banda de cinco metros (56 Mhz). Un grupo de radioemisores madrileños formado por Francisco Roldán, EA4AB; José Gutiérrez Corcuera, EA4AT; y Jesús Martín Córdova, EA4AO fueron los que, utilizando dos transceptores RCA ATR-219 y los equipos, transmisor y receptor, construidos por EA4AO realizaron los primeros comunicados bilaterales en ella. Animados por estas primeras experiencias, se decidieron a sumarse al grupo: Francisco Bellón, EA4AQ; Edmundo Mairlot, EA4CC; Julio López Mezquita, EA4BM; Diego García Navarro, EA4BW, y Eugenio Rodríguez, EA4BY. También en Tarragona, EA3EG, José Luis Gomila había anunciado que tenía intención de iniciarse en esta banda.




En la revista de URE correspondiente al mes de julio, se insertó la continuación al artículo escrito por Francisco Roldán, EA4AB, bajo el título «El equipo de un radioemisor». Al final de dicho escrito Roldán aporta unos datos muy relevantes que indican la actividad amateur en nuestro país. Decía EA4AB: «…de los casi 500 emisores españoles, sólo hemos “catado” los 14 megaciclos unos 40, nada más que 8 los 28 y sólo CUATRO los 56…». La mayor parte de las estaciones españolas centraban su actividad en los 40m y esto fue objeto de reproche en el editorial del mismo número en el que se recordaba cuál era «La misión del radioaficionado», en cuyo texto trataba además de estimular a los EA’s a utilizar otras bandas y experimentar más: «¿Cree el aficionado español que con montar un 40 metros y salir al éter, diariamente, casi a las mismas horas, comunicando con los mismos corresponsales y diciéndose, entre ellos, las mismas cosas cada día, ha cumplido fielmente la misión que le está reservada a un radioaficionado? ¡De ninguna manera, colegas y amigos! Nuestra misión es … algo más elevada


La Guerra Civil supuso un paréntesis catastrófico para el desarrollo de la radioafición española que no se reanudaría de forma legal hasta 1949. No obstante se produjo el intento de restaurar la misma al término de la Guerra Civil.


El 9 de agosto de 1939 Uriarte escribe una a carta a Javier de la Fuente , EA1AB, en la que le dice:


«Querido amigo:

Recibí su telegrama hace unos días retrasando el contestarle en espera de poder comunicarle alguna noticia interesante.

Ante todo la expresión de mi satisfacción por tener noticias de usted y saber ha pasado sin otro trastorno mayor estos años de trágico dominio de la horda que aquí duraron hasta el final. Nada he de referirle de ese periodo pues la historia de todos se parece y Córdova le habrá puesto a usted al corriente de detalles de mayor interés.

Apartado de la afición desde el año 35 mi cariño a la sociedad me ha hecho decidir a ocuparme de regularizar su vida activa, con grandes restricciones y al servicio exclusivo de España deseo que en primer término a todos los que de una u otra manera han estado al servicio del glorioso movimiento nacional, acreditado debidamente. Luego puede irse paulatinamente extendiendo esa autorización a todos aquellos debidamente.»


Uriarte realizaba gestiones para el levantamiento de la prohibición de la radioafición existente en ese momento, como quedaba patente en esta carta.

 

Por Orden del Jefe Principal de Telecomunicación, dependiente del Ministerio de la Gobernación, se envió en agosto oficio, por parte de los centros provinciales, a los titulares de estaciones de quinta categoría para exigirles el abono del canon correspondiente a 1939 de acuerdo a lo estipulado en el Reglamento, sin que ello supusiera la autorización para la puesta en funcionamiento de la estación, sino tan sólo el derecho a conservar el indicativo o la baja del mismo de no hacerlo efectivo. Para la utilización de la estación se remitía a las futuras disposiciones que se emitiesen en ese sentido. Quedaban en suspenso, de momento, el cobro de los cánones de 1937 y 1938, y se daba un plazo para el abono hasta el 1 de septiembre, advirtiendo que de no hacerlo la concesión quedaría caducada en dicha fecha.


El 25 de agosto de 1939 el Jefe Principal de Telecomunicación envió la circular 42-4ª a los centros provinciales en la que manifestaba que las Autoridades Militares que a comienzos del golpe de Estado se habían incautado de las emisoras de radio, propiedad de los particulares, devolverían estas a sus dueños previa realización de los trámites que oportunamente fijase la Dirección de Telecomunicación. En virtud de lo cual, daba instrucciones para que se enviase aviso a los propietarios de estaciones de quinta categoría residentes en su ámbito que estuviesen en ese caso, para invitarles a presentar una instancia solicitando la devolución de sus equipos. Estas deberían enviarse a la Dirección General debidamente informadas en lo relativo a la adhesión de los interesados al nuevo régimen. La devolución de los aparatos no implicaba autorización para su puesta en marcha y utilización hasta que se dictaran normas de carácter general en ese sentido.


Javier de la Fuente escribía a Uriarte el 17 de septiembre en contestación a la suya del día 26 de agosto. En ella le dice:


«Mi querido amigo: Recibí su carta del 26 del pasado agradeciéndole mucho todos los datos que me da respecto a la marcha de la Asociación, y le felicito pues veo su afición no ha decaído y se va a meter de lo en los trabajos de organización de la misma. Si mi modesta cooperación le sirve para algo ya sabe que aquí me tiene dispuesto a trabajar cuanto sea necesario.

Las circularé de Telégrafos respecto al pago del canon de 1939 y a la devolución de las emisoras incautadas ya se la comuniqué a todos los colegas de esta.»


En la página 65 de la revista norteamericana QST de septiembre 1939, se publicó bajo el título «Noticias de España» la siguiente información con una fotografía que refiere como «Aficionados españoles sirven en la guerra. De izquierda a derecha: Srs. Ángel Uriarte, EA4AD, impulsor de la organización de la radioafición española, ex presidente y secretario de ambas, U.R.E. y R.E .; J.M. de Córdova, EA4AO, previamente reportado ejecutado; y M. Rodríguez Cano, EA4BE, exEAR224.  Todos eran funcionarios de U.R.E.».






«El cese de las hostilidades en España nos brinda noticias de amigos aficionados allí por primera  vez en tres años de silencio. Como era de esperar, hay  noticias buenas y malas.

Nos da mucho placer decir que el informe que publicamos hace algunos años de la muerte de Jesús M. de Córdova, EA4AO, antes EAR-96 y quizás el más conocido aficionado de España, es falso.

Ha sobrevivido ileso a la guerra, como lo demuestra nuestra fotografía, y se informa que ha servido al gobierno actual de forma considerada valiosa por las autoridades nacionalistas.

Lamentamos profundamente que, entre los nombres de los ejecutados en Madrid durante la guerra, se encuentre el del capitán Francisco Roldán, EA4AB, ex EAR10, que presidió la Unión de Radioemisores Españoles, siendo ex presidente de la sociedad predecesora, Red Española; José López Agudo, EA4AR, y su esposa; Y Rafael Kutz, EA4AE.

Resulta de la información que ahora nos llega que numerosos aficionados españoles sirvieron utilizando la radio durante la guerra, tomando partido según sus convicciones. Aquellos que se sabe que han servido con el ejército republicano derrotado han sido descartados de la U.R.E.; Algunos todavía están en campos de concentración en Francia. Es demasiado pronto para predecir el futuro de la U.R.E., porque todavía existe el equivalente de un estado de guerra y aún no es posible decir cuál será la disposición del gobierno. Sin embargo, algunos de los aficionados de Madrid destacados en los asuntos de la U.R.E. son conocidos por haber sido capaces de prestar valiosa ayuda a la causa nacionalista y están en una posición favorable para restablecer la sociedad y obtener el reconocimiento gubernamental.»


En la revista QST de enero de 1940 se publicó la información que oportunamente remitió Jesús Martín de Córdova y que deja constancia de que las gestiones realizadas por Uriarte llegaron hasta el punto en que se había constituido la Junta Directiva de la Unión de Radioemisores Españoles, presidida por Ángel Uriarte, EA4AD, y en la cual le acompañaban, José Gutiérrez Corcuera, EA4AT, Vicepresidente; Manuel Rodríguez Cano, EA4BE, Tesorero; Francisco Bellón Villar, EA4AQ, Contador; y Jesús Martín de Córdova, Secretario. «La Sociedad espera obtener muy pronto los permisos necesarios para su normal desarrollo y autorización del gobierno». Además tenían intención de reanudar la publicación de la revista, órgano portavoz de la asociación.


Pero todo quedaría paralizado a causa de la Segunda Guerra Mundial.

Las últimas noticias que tenemos sobre Francisco Bellón Villar son del 16 de mayo 1946, cuando siendo Secretario General de la Fundación Rosillo (La equitativa) firmaba la convocatoria de la Junta general de accionistas para el día 31 de ese mes en el domicilio social, calle Alcalá, 63 de Madrid.






Francisco Bellón debió fallecer antes de 1951 por lo que en la revista de la Unión de Radioaficionados Españoles de febrero de 1951, quedó impreso narrado por Santos Yébenes Muñoz, ex-EAR-233, EA4CR. Este se refiere a Francisco Bellón al recordar una vivencia que compartió con él en el año 1927 cuando Yébenes preparaba oposiciones para radiotelegrafista. El recuerdo corresponde a la descarga que EAR-110 recibió de su transmisor. Santos Yébenes había construido, con gran sacrificio, un receptor con montaje Bourne-Schnell, con sólo una lámpara detectora, en el que escuchaba a EAR-1 y EAR-110, “ambos de Madrid y ya fallecidos”, entre otros aficionados que transmitían en aquel entonces. Así lo contó Santos Yébenes:

«El entrañable y querido amigo Bellón, que derramaba simpatía y solera hasta por la antena, como buen andaluz que era, tenía entonces una soberbia estación en su casa de la calle de Diego de León; donde por invitación suya, yo pasaba ratos agradabilísimos presenciando y compartiendo sus magníficos QSOs. Como todo buen radioaficionado, siempre estaba de pruebas y reformas, trabajando con voltajes hasta de 2.000 voltios que le suministraba una conmutatriz. 


Una noche, en que estaba haciendo pruebas con un juego de lámparas finales nuevas, a causa de la emoción propia del momento, se distrajo un poco, y cuando medía la A. T. con un voltiamperímetro, tocó sin darse cuenta el más de A. T., y el latigazo fue de R2.000, con un millón de decibeles. Instantáneamente, y ya por los aires lanzó un terrorífico, «¡AY, mi madre!», yendo a estrellarse contra la pared opuesta. La habitación en que tenía el equipo, medía unos cinco metros de largo; pues esta distancia, y más que hubiera tenido, la salvó por efecto de la sacudida, con una facilidad indecible. El quedó demudado y sin habla; y yo lo mismo. La familia que tranquilamente estaba de tertulia en la habitación inmediata, acudió aterrada, tardando todos mucho tiempo en reaccionar.

Aquella noche se acabaron las pruebas, y durante varios días la emisora inspiraba a todos más miedo que el “coco” a los niños de hace ciento cincuenta años, ya que creo que a los de ahora no los asusta ni la bomba de hidrógeno».

Francisco fue hermano del sacerdote Emilio Bellón Villar


EMILIO BELLÓN VILLAR ( Sacerdote ) 1899-1972


Nació en la Calle Obispo Puerto de Úbeda el 18 de febrero de 1899. Hijo de Anacleto Bellón Garrido, panadero, natural de Baeza, y de doña Filomena Villar y Velasco, natural de Úbeda. Abuelos paternos José Bellón y doña Ana Garrido, naturales de Baeza. Abuelos maternos Domingo Villar y doña Apolonia de Velasco, naturales de Úbeda.


Seminarista en San Felipe Neri de Baeza, realiza una vasta labor apostólica en Linares. La fama de este virtuoso clérigo llega a Madrid, formando parte de la "Casa del Consiliario" en 1934, en colaboración con don Casimiro Morcillo, Tarancón y Hervás, más tarde obispos.


Ambos dan gran impulso a la Acción Católica Española, siendo Bellón y Villar segundo director de la revista "Eclesia" los años 1941 y 1942. Fue también Vicesecretario General de la Dirección Central de Acción Católica Española y Consiliario Nacional de las Juventudes Católicas.


Enamorado de la vida monacal, ingresa en la Cartuja de Miraflores, si bien hubo de abandonar la vida contemplativa por motivos de salud. Se cuenta que don Emilio no llegó a adaptarse a las severas costumbres de los Cartujos y a sus difíciles horarios tan rígidos y duros.


Emilio Bellón falleció en Roma el 30 de abril de 1972. Su defunción se contempla en el Registro Civil consular de aquella ciudad si bien al margen de la partida de nacimiento consta la fecha y el lugar de su tránsito.


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