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Lic. CC Económicas y EE. por la USC, Post Grado Banca Comercial "Cum Laude" UB y Especialista en Dirección Financiera por la UOC.

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lunes, 24 de octubre de 2022

Juan Nepomuceno Díaz Custodio, EAR-23 (1927), EA7AA, de Écija (Sevilla)

 Juan Nepomuceno Díaz Custodio, EAR-23 (1927), EA7AA, de Écija (Sevilla)


Gracias al libro escrito por Ramón Freire Gálvez en 1994, titulado «Juan N. Díaz Custodio, Écija, de siglo a siglo», conocemos de forma extensa y detallada la rica biografía de este gran personaje de la Historia de la Radioafición Española y en la cual he fundamentado esta entrada de mi blog, que también incluye dos fotografías de dicho trabajo.


Juan Nepomuceno Díaz Custodio, EAR-23 (1927), EA7AA, nació en Écija el 12 de Abril de 1875 en el número 5 de la calle Lucas. Hijo de Juan Nepomuceno Díaz Navas y Teresa Custodio Fernández; nieto por línea paterna de Juan Nepomuceno Díaz Armero y Ángela Navas Fernández y por línea materna de Francisco Custodio Armijo y Teresa Fernández Tejero.


A los pocos años de su nacimiento, su familia se traslada de residencia a la calle Emilio Castelar 34, hoy denominada Caballeros, situada al lado del Palacio de Peñaflor, esquina calle Cadenas, donde Juan residirá hasta su matrimonio.


Recibe su primera enseñanza en Écija, pasando a ser, a sus nueve años, interno al Colegio San Luis Gonzaga, que los jesuitas regentaban en El Puerto de Santa María, donde ya deja constancia de sus conocimientos sobre la electricidad, no sólo por los montajes que realiza, sino que, utilizando sus conocimientos sobre dicha energía, comete más de una travesura. Su tío materno, Ángel Baldomero Custodio Fernández, marino de profesión, aproximadamente en el año de 1885, le había traído un pequeño generador de los Estados Unidos de América, con el cual genera electricidad y colocando unos cables alrededor de los pupitres de algunos compañeros, provocó la descarga en los mismos de corriente, que al sentir ciertas sacudidas en sus cuerpos, causaron  bastante revuelo, con el consiguiente castigo que le fue impuesto por sus superiores del Colegio. De esa forma empezó a ser conocido entre los alumnos, como “El Electricidad”.


Poco después, Díaz Custodio, utilizando el citado generador y algunos accesorios fabricados por él, dota de alumbrado eléctrico al comedor del colegio, causando estupefacción en sus profesores y compañeros. La inteligencia de Juan Nepomuceno Díaz Custodio y su habilidad con la electricidad, unido a carácter inquieto, le hacen gozar entre sus méritos, según el mismo contó, que fuese el alumno con más horas de lecturas durante los almuerzos, como castigo a sus diarias travesuras. 


Una vez que Juan termina su estudios en el colegio jesuita, su tío Baldomero le sugiere que marche a Bélgica, donde podría cursar la carrera de Ingeniero Industrial, pero Juan decide, para no alejarse de su novia, estudiar la carrera de Derecho, por lo que ingresa en el Colegio del Sacromonte de Granada, licenciándose en el año de 1898, aunque no llegó a ejercer nunca de abogado.


En esa época fue cuando Juan se inicia en la fotografía, que, a lo largo de su vida, le hizo merecedor de importantes premios nacionales e internacionales. En el propio Colegio del Sacromonte, cuando estudiaba la carrera, dispuso de una amplia habitación, situada en una de las alas del edificio, que utilizó como estudio y laboratorio de fotografías.


Al mismo tiempo que cursaba la carrera de Derecho, a requerimiento de sus superiores, imparte clase de Física. 


En 1896, una vez finalizada su carrera universitaria, Díaz Custodio acometió el proceso de de instalación de alumbrado público mediante electricidad en Écija, lo cual marcó un hito histórico en la vida del pueblo y de su autor. 


Juan contrajo matrimonio en Écija, el 1 de Mayo de 1901 con María de los Dolores Gálvez Lagrera y a partir de entonces trasladó su domicilio familiar a la calle La Calzada no 40, hoy 36, esquina con Plaza de Colón.


Díaz Custodio fue además de fotógrafo de renombre, varias veces premiado, aficionado a los coches, siendo titular de uno de los primeros automóviles que circularon por Écija. 


Otra de las pasiones de Juan fue la radioafición y así construyó su estación de quinta categoría. Con permiso del párroco de la Iglesia Mayor de Santa Cruz, colocó una antena en la torre del templo, tendió el cable correspondiente hasta hacerlo llegar a la torre albarrana existente frente a su domicilio y de esta a su propio hogar, desde cuya emisora realizó contactos bilaterales con muchos radioemisores aficionados a las ondas cortas de España y del extranjero. A los pocos días de estar en funcionamiento, lanzó una llamada en la que decía: «Si alguien fuera de Écija o de España me está escuchando, que me escriba a la siguiente dirección...». Pocos días después, recibía QSL’s que, desde Rusia y Australia, le felicitaban y animaban a seguir. Una fotografía realizada por Díaz Custodio inmortalizó su estación en unmomento que está siendo utilizada por su hijo Juan Nepudemo Díaz Gálvez, que también fue un gran aficionado a la radioemisión en ondas cortas, utilizando primero el indicativo provisional EAR-KO, y luego, EAR-309, oficial, que en 1934 se transformó en EA4BO con la nueva nomenclatura que entró en vigor el 1 de enero de ese año.


Juan N. Díaz Gálvez, EAR-KO, EAR-309, EA4BO en la emisora de su padre, EAR-23

Juan Nepomuceno Díaz Custodio, EAR-23 (1927), EA7AA obtuvo su indicativo oficial, EAR-23, para su estación de radioemisor de quinta categoría en 1927, el cual le fue reasignado al dejarlo vacante Juan Portela.


Como titular de la EAR-23, aprovechando uno de sus viajes a la capital de ESPAÑA, visitaba en el mes de enero de 1931 a Miguel Moya Gastón de Iriarte, EAR-1, y presidente de asociación EAR,  con el cual tuvo oportunidad de conversar acerca de los progresos del radioamateurismo español y sus experiencias personales.


Entre los radioemisores de nuestro país llegaban noticias de que Antonio Villanueva, EAR-AP, de Fuengirola (Málaga), que se iniciaba por entonces realizando sus primeros ensayos, lograba QSO (comunicado bilateral) con Díaz Custodio, EAR-23, y con EAR-90, de Antequera. 


Un año después el hijo de EAR-23, Juan Nepomuceno Díaz Gálvez, EAR-KO, era quien visitaba a comienzos de 1932, en compañía de Alfonso Quilez López, EAR-123, EA7AQ (desde 1 de enero de 1934), de Linares (Jaén), la sede de EAR en Madrid en 1932. Por esas fechas fue cuando se dio de alta como socio de Red Española, asociación que surgió entre los radioemisores españoles en contestación al inmovilismo que el presidente de la EAR, Miguel Moya venía provocando tensiones en las filas de sus asociados más entusiastas, deseosos de nuevos servicios y actividades que no se veían colmados.


Alfonso Quílez López, EAR-123, EA7AQ

Alfonso Quílez López, EAR-123, buen amigo de Díaz Custodio, fue uno de los aficionados que también practicaron la radiodifusión al mismo tiempo que lo hacían en bandas de aficionado con sus estaciones de quinta categoría. Quílez, practicante de profesión, obtuvo, al amparo del decreto de 8 de diciembre de 1932, el 22 de mayo de 1933 el indicativo EAJ-37 para Radio Linares que instaló en la calle Campanario 6 de su ciudad, donde su familia había tenido una farmacia. EAJ-37 emitió desde entonces con 200 vatios de potencia en longitud de onda de 200 metros. 


Tras la visita que Quílez efectuó en Madrid a Miguel Moya, EAR1, en compañía de EAR-OO, de quien desconocemos a día de hoy su identidad, con el que viaja en automóvil desde Linares, el boletín EAR publica en el mes de septiembre de 1930 las fotografías de Alfonso Quílez y de su estación de quinta categoría, junta a los esquemas del emisor y receptor que la componían. En el texto que acompaña a las imágenes, que reproduce la conversación entre el presidente de EAR y el titular de la EAR-123 en su reciente encuentro, Quílez menciona la «Rueda de las dos y media» que fundó junto a Francisco Bellón, EAR-110, de Madrid, a la cual se habían unido después, Juan N. Díaz Custodio, EAR-23, de Écija (Sevilla); Manual Sanz, EAR-195, de Orihuela (Alicante) y Antonio Victorero, EAR-169, de Santander. 


Entre las contribuciones de Díaz Custodio a su pueblo natal también se cuentan la llegada del teléfono y el cine.


Juan N. Díaz Custodio falleció en Écija el 1 de Mayo de 1965. Su Ayuntamiento dio su  nombre a una calle de nueva creación en homenaje a este gran ecijano que contribuyó a la prosperidad de sus conciudadanos durante tantos años.          

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