Ángel Uriarte Rodríguez, EAR-12, EA4AD
Ángel Uriarte Rodríguez, EA4AD, ex-EAR-12 |
Hijo del prestigioso sastre Ángel Uriarte Valbuena y de Manuela Rodríguez Cortés. Residían en Valladolid, donde su padre regentaba el establecimiento situado en el número 6 de la calle Regalado, aunque viajaba frecuentemente a Madrid donde tenía clientela y se acabaría trasladando después.
Su hermano Luis, nacido en Valladolid en 1893, estudió la carrera de Derecho pero su profesión, a la que dedicó toda su vida fue la de periodista, después de sus críticas taurinas en la revista madrileña «Toros y Toreros» (1916) fue redactor del diario El Liberal entre 1919 y 1923, donde firmaba bajo el seudónimo «Don Luis». Desde ese último año pasó a ser Redactor Jefe de La Tribuna. Crítico taurino, tema en el que se especializó y obtuvo notoriedad, escribió en las principales revistas de tauromaquia entre los años 1920 y 1923, destacando «Zig-Zag» de la que fue editor y director; y más tarde en La Hoja del Lunes (1949). Luis se casó con Remedios Prados Arnedillo. Falleció en Madrid el 12 de septiembre de 1970. Autor de los exitosos libros «Toros y toreros» (1920) y «El toro de lidia español».
Desde los primeros números de Radio Sport Ángel Uriarte colaboró con la revista en la redacción de artículos técnicos, siendo el primero de ellos el publicado, en dos partes, en los números correspondiente a agosto y septiembre de 1924 que tituló «El Superheterodino, su historia y fundamentos».
Una vez legalizada la radioafición en julio de 1924, fue adjudicatario de una de las primeras licencias de quinta categoría con indicativo oficial asignado a su estación EAR-12. En la información que Radio Sport publicó sobre las primeras concesiones consta que esta emisora pertenecía a los «Sres. Uriarte y Hernández Josa», de Madrid. El segundo titular era el ingeniero de Montes, Elías Hernández Josa, autor del Cursillo de electricidad elemental aplicada a la radiotelefonía que comenzó a escribir en la revista dirigida por Emilio Cañete, y por encargo de este, desde abril-mayo de 1924.
El 13 de marzo de 1926 se constituía la asociación Españoles Aficionados a la Radiotécnica, Sección Española de la I.A.R.U., con domicilio social en la calle Mejía Lequerica (antes de la Concordia), nº 4, de Madrid.
Ángel Uriarte, EAR-12 formaba parte entonces del prestigioso gang madrileño que estaba compuesto por Fernando Castaño Escalante, EAR-2, primer amateur español que había efectuado comunicado bilateral con Norteamérica; Francisco Roldán Guerrero, EAR-10, que había comunicado con París en telefonía utilizando un aparato que cabía en un bolsillo; José María Illera Camino, EAR-15, que pese a su pésimo emplazamiento se había hecho oír a miles de kilómetros; Miguel Moya, EAR-1, que había igualado el récord español de distancia de EAR-21, al comunicar bilateralmente cinco días después que este con Nueva Zelanda y Antonio Prieto Odiaga, EAR-7.
La revista Radio Sport publicó en el mes de mayo de 1926 varias fotografías de la estación EAR-12 y de los esquemas de su transmisor y receptor.
Estación EAR-12 (1926) |
El 10 de noviembre de 1928 se producía la primera reunión-almuerzo de la asociación EAR en el restaurante francés Tournié de Madrid, a la que asistió una representación de radioaficionados de los gangs de Madrid, Valencia, Teruel y Barcelona. Entre ellos, Miguel Moya, EAR-1; Ángel Uriarte, EAR-12; Francisco Roldán, EAR-10; Francisco de A. Delgado, EAR-19; Ricardo Montoro Aguilar, EAR-8; Antonio García Banús, EAR-55; José María Illera Camino, EAR-15; Gonzalo Maestre, EAR-85; Francisco Bellón (de la Asociación Nacional de Radioescuchas), EAR-110; y J. Monico, E-001. En el transcurso de la comida, verdadero homenaje al Presidente de E.A.R., se leyeron adhesiones de varios colegas y gangs que no pudieron asistir, entre las que se encontraba la de José Blanco Novo, EAR-28. La del grupo de las Islas Canarias, firmada por el delegado de la décima Región EAR, Antonio Suárez Morales, EAR-75, propuso solicitar al Gobierno de España una condecoración oficial para Miguel Moya en reconocimiento a su esfuerzo y dedicación al frente de la Radioafición Española. Decía EAR-75 en su propuesta: "[...] Todos sabemos que el nombre de nuestro Presidente está tan ligado al nombre y a la acción de nuestra EAR, que casi no es posible pensar en esta sin que surja ante nosotros la figura de Don Miguel Moya, que a todos nos alienta con sus entusiasmos inextinguibles; que es toda el alma indiscutida e indiscutible de nuestra Sociedad, y que es el autor material de esta obra de nuestros entusiasmos. [...]". Dicha moción fue secundada por los asistentes a la reunión y varios delegados regionales mediante carta dirigida al Secretario de la asociación EAR, José María Illera Camino, EAR-15.
En 1928 Uriarte era elegido Secretario de la nueva Junta Directiva del Círculo de la Unión Mercantil de Madrid, cargo en el que repite en 1929.
Antigua sede del Círculo |
El 29 de marzo de 1931 se celebró en el Instituto de Ingenieros Civiles la Junta General Ordinaria de la asociación E.A.R., en la que, dentro de os asuntos a tratar en el orden del día, estaba una propuesta de la Junta Directiva en relación con el Congreso Internacional de Radiotelegrafía que habría de celebrarse en 1932. Dicha propuesta, que fue aprobada por mayoría, consistía en la creación de una Comisión organizadora que se ocupase de todo lo relativo a la partición del radioamaterismo en la próxima Conferencia Radiotelegráfica Internacional que iba a tener lugar en Madrid al año siguiente, y la celebración de una asamblea de radioamateurs con tal motivo. La Comisión quedó constituida, bajo la presidencia de Francisco Bellón, de la EAR-110.
1931 |
En el transcurso de la citada Junta General Ordinaria el Presidente, Miguel Moya, EAR-1 leyó varias cartas dirigidas a la Directiva en los últimos meses solicitando la aplicación del artículo 15 del Reglamento a los socios: Francisco Roldán Guerrero, EAR-10; Ángel Uriarte Rodríguez, EAR-12; Jesús Martín de Córdova Barreda, EAR-96; Esteban Muñoz Díaz, EAR-136; José Guitierrez Corcuera, EAR-125; y José Ardanuy Olagüe, EAR-141, a los que les comunicó, estando todos ellos presentes, que por las razones aducidas en las citadas cartas, reiterados actos de hostilidad y agravio hacia a un considerable número de socios, causando grave daño a la buena marcha y unidad de la asociación, la Directiva había acordado darlos de baja en la misma.
Colección EA5BM |
El 24 de enero de 1932, la asociación E.A.R. contestaba a la invitación efectuada por la Dirección General de Telecomunicación, el día 9 del mismo mes, para que designara a sus representantes en la Conferencia Radiotelegráfica Internacional que se iba a celebrar en septiembre en Madrid, y en la Comisión Preparatoria de la misma. La asociación nombró a los siguientes representantes en la Conferencia: Julián Tejeiro, EAR-98; Francisco Martín, EAR-197; José María de la Puente, EAR-168; José Mercé, EAR-219; Francisco Bellón, EAR-110 y Gonzalo Maestre, EAR-85. Para la Comisión Preparatoria fue nombrado el Secretario de la E.A.R., José María Illera Camino, EAR-15.
La Junta General Ordinaria de Red Española se celebró el 27 de febrero de 1932, en ella se procedió a la renovación de su Junta Directiva que quedó compuesta por: Francisco Roldán Guerrero, EAR-10, Presidente; Jesús Martín de Córdova, EAR-96, Vicepresidente; Ángel Uriarte Rodríguez, EAR-12, Secretario; Alberto Kirschner, EAR-225, Vicesecretario; Manuel Rodríguez Cano, EAR-224, Tesorero; Rafael Nakens, Contador; José Guitierrez Corcuera, EAR-125, Encargado del Tráfico; Emilio Cañete, EAR-3, Director del Boletín; Vocal 1º, Pedro Roa Sáenz, EAR-80; y Vocal 2º, Esteban Muñoz, EAR-136.
Por parte de Red Española fueron designados para representar a la asociación en las reuniones preliminares de la Conferencia Radiotelegráfica Internacional, Francisco Roldán Guerrero, EAR-10, Capitán de Artillería y Presidente de Red Española; Ángel Uriarte Rodríguez, industrial y Secretario de Red Española; Fernando Gallo de Valle, EAR-161, Abogado del Estado y delegado de Red Española en la Región Centro; Pedro Roa Sáez, EAR-80, Jefe de Negociado del Ministerio de Comunicaciones y Emilio Cañete Escribano, EAR-3, Director de Radio Sport.
En junio de 1932, la revista EAR daba a conocer la dimisión irrevocable de Miguel Moya como Presidente de la asociación. En una carta circulada entre sus colegas, Moya decía que "después de haber trabajado un poco en formar primero y en defender después a la asociación E.A.R., y después de una labor incesante durante siete años, se considera con derecho al descanso". En su carta, Moya también decía: "[...] Creo que puede no ser necesario el que resida en Madrid el comité ejecutivo de la asociación [...]", como ya ocurría en otros países. Moya sugiere incluso que en una posible reforma de los estatutos se contemplase la posibilidad de que la Junta Directiva residiese durante cierto tiempo en cada una de las regiones que conformaban la asociación, en función del número de socios de cada una, la intensidad de sus actividades y otros factores que se determinasen. Moya terminaba su carta de dimisión de la siguiente forma: "[...] No necesito decir a usted cuan de veras deseo que los radioaficionados españoles continúen la obra que todos, con el mejor deseo, hemos realizado. Yo he puesto en ella todo mi entusiasmo y todo mi cariño. Sólo ahora, pasados momentos de lucha que algunos temieron pusiera en peligro la vida de nuestra Asociación, hoy más fuerte y respetada que nunca, me decido a dejar mi puesto y a despedirme de mis queridos amigos y colegas.".
Tras dimitir el Presidente, lo hizo también el Vicepresidente, José Casani, EAR-92, Conde de Vilana.
La publicación de la revista EAR, dirigida y editada por EAR-1, fue suspendida, siendo el último número publicado de la misma el correspondiente a junio-julio de 1932. En el se indicaba, en español, inglés y francés, que toda la correspondencia y QSL's para España debían dirigirse al apartado de correos de Telégrafos en Santander. Javier de la Fuente, EAR-18, había accedido al deseo de Miguel Moya de relevarle en la presidencia de E.A.R. La Junta dimisionaria había nombrado una Junta provisional que se encargaría de convocar una Junta General para resolver el problema creado. Como vicepresidente de la Junta Provisional fue elegido Francisco Puerta, EAR-39, y secretario, Luis Derqui, EAR-66.
Entre el 3 de septiembre y el 10 de diciembre de 1932 tuvieron lugar en Madrid las Conferencias Telegráfica y Radiotelegráfica. Durante los 98 días en que se desarrollaron las intensas reuniones de los comités y subcomités en que fue dividida la asamblea, los representantes de la radioafición de nuestro país, encarnada en Red Española, defendieron los intereses del colectivo en un momento en el que peligraba el mantenimiento del status quo, al que se aspiraba. Más de ochenta países participaron, a través de sus seiscientos cincuenta delegados, en las sesiones en las que se adoptaron importantes decisiones. La representación activa de los amateurs españoles estuvo formada por Francisco Roldán, EAR-10; Ángel Uriarte, EAR-12; Emilio Cañete, EAR-3; Pedro Roa, EAR-80; José Gutiérrez Corcuera, EAR-125; Francisco Bellón, EAR-110; y José Mercé, EAR-219.
Ángel Uriarte, EAR-12, obtuvo la representación de la República de Honduras y EAR-80 de la de Cuba, lo cual les permitió tener voz y voto como delegados en las discusiones, siendo de gran utilidad para la defensa de los intereses de la radioafición.
Desde la llegada a Madrid, el primero de septiembre, de K.B. Warner, W1EH, secretario de la IARU y de la ARRL; y de Paul M. Segal, W3EEA, general counsel de la ARRL y representante de la misma, se produjeron diversas reuniones entre estos y los radioaficionados españoles antes mencionados, con el objeto de preparar y fijar posiciones ante las conferencias de forma que todo se desenvolviese de forma coordinada. El vicepresidente de la RSGB, Arthur E. Watts, G6UN, se sumó a estos contactos durante los quince días que sus otras ocupaciones le permitieron asistir. Este se encargó de hacer llegar a todas las delegaciones del grupo inglés la posición a que se aspiraba en los diferentes temas que atañían a la radioafición. Lo mismo hicieron los españoles con las delegaciones de habla hispana y Warner y Segal se encargaron del resto de embajadas. Esas gestiones fueron alternadas con la asistencia a plenos y comisiones. Esta forma de proceder tuvo un resultado muy fructífero y positivo en el redactado del articulado del Reglamento.
Referente al artículo 1 se consiguió introducir una definición especial e independiente para el término amateur, evitando las confusiones que se producían con los de Station experimentale y Station priveé.
Respecto al artículo 5 de distribución y empleo de frecuencias, que pasó a ser el 7 en el nuevo redactad, este fue una de las partes más discutidas pero al final se logró mantener las asignaciones establecidas en el Convenio de Washington.
En título del artículo 6 pasó a ser, en consecuencia al logro obtenido en el redactado del 1, «Estaciones de “amateurs” y estaciones experimentales privadas».
Una propuesta de los Estados Unidos perseguía el objetivo de que las estaciones amateurs pudiesen recibir toda clase de mensajes, la cual fue rechazada mayoritariamente, aunque se logró introducir un párrafo que aludiese a «las disposiciones anteriores pueden ser modificadas mediante acuerdos particulares entre países interesados.». Esas disposiciones anteriores se referían a la prohibición para los amateurs de transmitir comunicaciones de terceras personas, es decir, la imposibilidad de otro hacer tráfico que el referente al control de las emisiones. Este artículo pasó a ser el 8 del nuevo Reglamento.
En cuanto al artículo 14 «Indicativos de llamada», España conservaba las mismas letras que las asignadas en el Convenio de Washington EAA-EHZ, pero se añadió a la disposición, con la conformidad de la delegación española, que «g) el indicativo de llamada de los “amateurs” esté constituido por una o dos letras, un número de una sola cifra y un grupo de letras de un máximo de tres». De acuerdo con esta nueva norma, los indicativos españoles tendrían que ser modificados próximamente, como así ocurrió desde el 1 de enero de 1934.
Por último, respecto al artículo 33, referente al Comité Consultatif International de Radiocomunicstions o reuniones del CCIR, que se celebran entre dos conferencias, en las que se prepara la labor para las mismas, se consiguió que hubiese una representación de los amateurs que fue personalizada en la IARU.
El resultado de las Conferencias de Madrid fue muy satisfactorio para la radioafición mundial que salía muy reforzada, con un reconocimiento oficial expreso como tal de sus derechos en los acuerdos adoptados, y con presencia en los órganos que regulan los tratos internacionales de radiocomunicación.
La primera reunión del CCIR tendría lugar a finales de 1934 y la próxima Conferencia, a celebrar en el Cairo, en 1937.
Con ocasión de la celebración de las Conferencias de Telegrafía y Radiotelegrafía de Madrid, Red Española organizó un Congreso Radioamaterístico en honor a los representantes amateurs extranjeros llegados a España para asistir a las referidas conferencias. Fueron varios los actos celebrados con asistencia de colegas llegados de todas las provincias. El desarrollo del mismo tuvo lugar los días 6, 7 y 8 de septiembre.
El acto de apertura, que tuvo lugar el día 6 a las cinco de la tarde, fue presidido por Felipe Marín, ingeniero afecto al negociado de Radiocomunicación de la Dirección de Telecomunicación, acompañado en la mesa presidencial K.B. Warner, secretario de la IARU, Francisco Roldán, EAR-10, presidente de Red Española, el vicepresidente, Jesús Martín Córdova, EAR-96, y el secretario, Ángel Uriarte, EAR-12.
Tras los discursos de Roldán y Marín, Ángel Uriarte leyó los títulos de las Memorias presentadas por las delegaciones regionales de Red Española, entregadas a una ponencia que se encargaría de su estudio y contestación, editando además un libro que contendría todas ellas. EAR-12, que había presentado una de ellas, titulada «Necesidad espiritual de llegar a una Federación Iberoamericana de aficionados a radioemisión», finalizó su discurso refiriéndose a la cordialidad, la camaradería y la,confraternidad que habían hecho de Red Española una organización única en España, que algún día tendría su adecuado remate con la creación de una Federación hispanoamericana de radioemisores. El los dos días siguientes se realizaron varias visitas y actos que tuvieron como colofón una cena en la que confraternizaron amateurs y autoridades participantes en las Conferencias de Madrid.
Francisco Javier de la Fuente ejerció de Presidente de E.A.R. hasta que el 12 de enero de 1933, se disolvieron en Madrid las asociaciones Españoles Aficionados a la Radiotécnica y Red Española para constituir la Unión de Radioemisores Españoles. Desde entonces, Javier de la Fuente pasó a desempeñar el cargo de Consejero Regional de Castilla-León-Noroeste de la nueva asociación.
El primer presidente de la Unión de Radioemisores Españoles fue Ángel Uriarte, EAR-12. Le acompañaron en la Junta Directiva: José Mercé, EAR- 219 (ex EAR-OM), como vicepresidente; Francisco Bellón, EAR-110 (ex 2BA), como secretario; Emilio Cañete, EAR-3 (ex EAR-RS), como tesorero; José Carmona, EAR-234 (ex EAR-OJ), como contador; Rogelio de la Torre Ramón, EAR-M (ex FR-EAR-M), como director del boletín, y Jesús Martín de Córdova Barreda, EAR-96 (ex EAR-YO), como encargado de tráfico.
Ángel Uriarte saludaba a todos los miembros de la U.R.E. en el primer número de su boletín, refiriéndose así al importante acuerdo de fusión que quedó reflejado en el Acta de la Asamblea General constituyente:
«Al final de dicha acta, figuraban los nombres que los asociados habían designado para ocupar los distintos cargos directivos de la nueva Asociación "Unión de Radioemisores Españoles'”.
El día 15 del mismo mes quedaba constituida la "URE" y ese mismo día la Directiva elegida tomaba posesión de sus cargos.
La votación que designaba a esa Junta me concedía el alto honor de elevarme a la presidencia de la nueva entidad, y esa votación era tan unánime, tan nutrida, tan entusiasta; y venía confirmada, por lo que a mi persona hace referencia, de tal cantidad de testimonios epistolares llenos de afecto y consideración, que si la designación había de obligarme por el alto honor que me confería, rodeada de todas esas notas de cariño, abrumaba mi ánimo, obligándome a los mayores extremos de gratitud, y preocupándome con el pensamiento de la responsabilidad contraída.
Al expresar desde aquí mi agradecimiento, yo pido a todos que aporten su colaboración personal a la obra colectiva, que sólo puede ser grande si es la obra de todos, y les pido también, en primer término, afecto fraternal, cordial camaradería, estrecha y cariñosa relación entre todos; que el credo de todo buen amateur es unión, progreso y fomento de amistad entre todos los hombres de buena voluntad..»
El boletín de la asociación siguió incorporándose dentro de las páginas de Radio Sport hasta el mes de diciembre de ese año. Llegado el mes de enero de 1934, Emilio Cañete justifica así en el editorial de su revista este cambio:
«Hemos suprimido entre nuestras páginas la inclusión del Boletín de U. R. E., al que dedicábamos demasiada amplitud con detrimento de la gran masa de nuestros lectores no iniciados en este grado superior de perfeccionamiento amaterístico, constituido, hasta el presente, por una selecta minoría.
Claro es que ello no implica para que, como en anteriores etapas de nuestra vida, continuemos dedicando a nuestros lectores artículos sobre emisión y recepción en extracorta.
Prescindiremos, por tanto, de esa información social, de interés puramente local, circunscripta a los miembros de una agrupación con la que hemos de colaborar en todo momento por el sólo hecho de estar integrada por radioemisores a cuya formación hemos contribuido a través de nuestros doce años de existencia. […]»
Al dejar de publicarse el boletín de U.R.E., habiéndose renovado la Junta Directiva a comienzos de 1934, aparece el 15 de abril una nueva revista bajo el título «URE, Órgano oficial de la Unión de Radioemisores Españoles» que reinicia su numeración desde el 1 que le asigna a esta. Curiosamente, tras la colorida portada y unas páginas de publicidad, la cabecera del boletín de la asociación es idéntico a los que se venían incorporando en Radio Sport.
A continuación se reproduce la composición de la nueva Junta Directiva presidida por Ángel Uriarte, que quedara constituida, además de él, por Jesús Martín de Córdova, EA4AO, como Vicepresidente; Jesús Planchuelo, EA4BC, Secretario-tesorero; Alfonso Carrasco, Contador; y Enrique Castaño, EA4BJ, Encargado de tráfico.
El «Saludo» con el que se abre la revista comienza con estas palabras:
«Al aparecer el primer número de nuestro Boletín deseamos que las primeras palabras que figuren al frente de su texto sean la expresión de nuestro saludo cordial y lleno de afecto para todos los que comparten con nosotros la afición al estudio, experimentación y propaganda de cuanto se relaciona con los fenómenos radioeléctricos, saludo de abarca con afanes de íntima convivencia a cuentos colaboran en la tarea de aumentar el número de aficionados a los estudios de todo lo relacionado con la ciencia de la Radiocomunicación y al núcleo inmenso de esos mismos radioaficionados del mundo entero, entre los cuales, y en el grupo de los radioamateurs emisores y experimentadores en ondas cortas formamos los que componemos la Asociación URE de que es órgano y Boletín la presente Revista.[…]»
A continuación el artículo «Editorial» da también muestras de un gran entusiasmo y triunfalismo:
«Con gran satisfacción registramos la aparición del número primero de “nuestro” Boletín, editado directamente por nosotros y bajo nuestro exclusivo control. Aspiración lógica era llegar a esa finalidad que hoy, al verla convertida en realidad, saludamos con gran entusiasmo. […]»
Lo cierto es que La revista de URE sufrió serias dificultades y retrasos, a lo mismo que la administración de la asociación que se vio perjudicada. El número 6 que correspondía a septiembre de 1934, fue el último que se publicó ese año, teniendo que esperar hasta abril de 1935 para que viese la luz el número 7.
En 1935 Uriarte era vicepresidente del Círculo de la Unión Mercantil de Madrid y teniente alcalde del distrito de Buenavista, como miembro de la gestora del ayuntamiento que se constituyó en octubre de 1934 tras su designación por el gobernador civil.
En marzo de 1935, Ángel Uriarte presentó su dimisión como Presidente de U.R.E.. Su actividad como radioemisor aficionado fue disminuyendo desde entonces, quedando desvinculado de toda actividad social. En la revista Radio Sport, Emilio Cañete pública, en su sección Ondas Cortas, "suplemento dedicado a los simpatizantes, emisores y receptores", un artículo que tituló "Nosotros y las agrupaciones de radioemisores". Cañete se refiere a la situación existente en la radioafición española en ese momento, con una U.R.E. en decadencia y el auge de las agrupaciones regionales de radioemisores. Su contenido íntegro es el siguiente:
"Llega a nuestras manos una hoja titulada «Memoria», en la que la Presidencia de la Unión de Radioemisores Españoles presenta la nueva candidatura para 1935.
Su lectura nos produce tristeza ya que no podemos menos de recordar las épocas del pasado esplendor de URE, en las que vemos algo de nuestro propio esfuerzo, perdido por completo, ante tal decadencia.
Quizá por el hecho de haber alternado en las tareas de directivo y haber convivido en momentos difíciles y en nobles y empeñadas luchas que cristalizaron después en la URE, somos los primeros convencidos, y más que ninguno, del gigantesco esfuerzo, de la labor de titán, de absoluta buena fe, llevada a cabo por Ángel Uriarte, el hoy Presidente dimisionario de URE.
Nadie pondrá al servicio de URE cuanto de voluntad, perseverancia, trabajo, inteligencia y desinterés puso quien, como él, abandonó sus negocios —único patrimonio de que dispone— por el triunfo de una asociación a la que brindó tantas horas de asiduidad y de un modo tan polifacético.
Pero, justo es reconocerlo, nadie más difícil de someterse al criterio de sus compañeros de directiva y a otras orientaciones que no fuesen las de su propia sugerencia.
Los que de cerca conocíamos a Uriarte no nos extrañó el hecho de que al elegir, él mismo, la candidatura de 1934 no figurase en ella un sólo nombre de los que habíamos constituido, en diversas épocas, directivas de EAR, RE y URE.
Evidente que sólo así podría desarrollar una política de su entera complacencia, con el aval de una Junta, que no tendría más voluntad que la suya.
Muchos aspectos sociales habíanse iniciado en anteriores épocas; pero el afán creador de Uriarte, aun a costa de su propio esfuerzo, concibió la idea de editar una revista, propia de URE, de cuya publicación ha quedado una triste experiencia.
Hubiéramos hecho un vaticinio a su aparición, pero pudiéndose interpretar como un despecho nuestras afirmaciones que hacemos hoy, virtualmente desaparecida aquélla, asegurando que el fracaso actual de la URE se debe precisamente a la creación de su revista, órgano social.
No dudamos que el Boletín propio sea un anhelo social; pero los años transcurridos en EAR, RE y después en URE demostraron que era imposible.
De este fracaso, que como decimos, ha estado apunto de zozobrar para siempre la asociación, era el primer convencido el propio Uriarte que sabía, a ciencia cierta, que en la asociación no había hombre capaz de continuar la publicación del Boletín de URE. Quizás algunos se sonreirán al leer esta afirmación. Nos alegramos que sean más capaces; pero, estamos seguros, el tiempo nos dará la razón.
Naturalmente que cuanto más alto se colocase este Boletín más se evidenciaría el cambio de mano y más se echaría de ver la capacidad de su primitivo creador y animador.
Y como todo en este mundo su juzga por comparación, el Boletín se parecía, salvo en volumen, a RADIO SPORT al que había que superar, si posible fuese. Esfuerzo grande, grandioso, no nos cansaremos de repetirlo —que no hará ninguno de los que le sucedan—; pero que precisamente la semejanza le restaba el principal mérito, Se veía en la copia un personalismo innecesario.
Se utilizó, como argumento para buscar publicidad, la semejanza —que así se confesaba— con RADIO SPORT que al número siguiente cambiaba su distribución.
Se ofrecía cuatro veces más comisión que nosotros damos a nuestros vendedores; algo que una sociedad no debía hacer para con quien, como nosotros, había procedido con tanto cariño, tanta nobleza y tan probado desinterés.
Pero todo esto lo daríamos por bien hecho, y mejor empleado, si realmente el Boletín de URE hubiese respondido a su finalidad.
Su texto técnico era inadecuado a la masa de sus lectores, ya que los que podían digerir aquello preferían tomarlo, exento de errores, del Q.S.T.
El lujo editorial, sólo comparable al nuestro, y que ninguna otra publicación, ni aun el Q.S.T.—citemos como revista órgano consiguió—, acarreó pérdidas económicas que se hubieran acrecentado de haberse publicado todos sus números.
Entretanto no podía disponer de un teléfono Ia asociación y el local hubo de reducirse, mientras otros servicios, económicamente tan necesarios como los burocráticos, quedaban desatendidos.
Pero aunque este estado de penuria, bajo tan doradas cubiertas, no hubiese llegado a producirse, nadie será capaz de dudar de que esta inagotable fuente de trabajo —el caudal de energías y actividades de Uriarte—, realmente aplicado a la sociedad hubiera representado un triunfo enorme.
El período porque atraviesa URE es realmente crítico; las regiones constituidas en gang autónomos, y algunos de ellos incorporados a países extranjeros...
Con entusiasmo se han aprestado algunos ex directivos, que conocen a fondo el problema de la asociación, a ocuparse de ésta encaminando sus primeros pasos, demostración de cuanto anteriormente decimos, para llegar a una entente con otra revista de reciente creación.
Una asociación, ya constituida en alguna región, Barcelona y Valencia, y en período constitutivo en Madrid —la Agrupación EAR- se ha dirigido a nosotros para que seamos su portavoz—, se lo agradecemos mucho por no ser esta distinción ni merecida, ni esperada.
Pero no son estos los momentos para que RADIO SPORT, que fue el factor que decidió la batalla RE-EAR, tome partido por un grupo creado contra el que realmente debe vivir, porque en él todos han puesto —nosotros también— su voluntad, porque es de todos y es para todos, a cobijo de un título tan simpático, patriótico, y representativo, como lo es el de «Unión de Radioemisores Españoles»."
El 31 de marzo de 1935 se convocó una Asamblea General de socios de UR.E. en la que fue elegida nueva Junta Directiva, que quedó así conformada: Francisco Roldán Guerrero, EA4AB, ex EAR-10, Presidente; José Gutiérrez Corcuera, EA4AT, ex EAR-125, Vicepresidente; Edmundo Mairlot Chaudoir, EA4CC, EA1AS, ex EAR-185, Secretario; Francisco Bellón Villar, EA4AQ, ex EAR-110, Tesorero; y José María Benito Urgel, EA4BN, ex EAR-308, Contador. Entre los miembros de la anterior Junta Directiva estaban, Enrique Castaño, EA4BJ, ex EAR-259; Jesús Planchuelo, EA4BC, ex EAR-204; y Losada, EA4BT, ex EAR-319, entre otros.
Los nuevos directivos de U.R.E. pusieron todo su empeño en buscar la unión de todos los radioaficionados españoles.
El 9 de abril de 1935 la Agrupación Castellana EAR celebró su Junta de Constitución en el Café Chiki-Kutz, Paseo de Recoletos, 31 de Madrid, nombrando Presidente a Rafael Kutz, ex-EA4P (provisional) al que había sido concedido recientemente el distintivo recuperado EA4AE, y socios de honor al Director General de Telecomunicación y a Julio Álvarez Cerón, nombrado en 1933 Ingeniero director de los servicios de automovilismo y radiotelegrafía de la Dirección General de Seguridad y desde febrero 1934, como consecuencia de los cambios llevados a cabo por el Gobierno en el Ministerio de la Gobernación, entre los cuales se creó una sección especial de radio dependiente de la Dirección General de Seguridad, a la que quedaron adscritos los servicios de radio dependientes del Ministerio de la Gobernación (Seguridad y Guardia Civil), su Jefe, siendo José Blanco Novo, primer radioaficionado gallego, ex-EAR-28, EA4BQ, el Subjefe.
Tras la formación de la Agrupación Castellana EAR se adhirieron la Agrupación Montañesa EAR de Santander y la Agrupación Catalana EA3 de Barcelona, mientras se organizaron también otras agrupaciones que dieron lugar a la Federación de Agrupaciones de Radio. Por voluntad unánime de las primeras agrupaciones, se nombró Presidente de la Federación a Miguel Moya Gastón de Iriarte, EA4AA, ex EAR-1.
La revista Radio QRA se hizo eco de la noticia en su número de junio de 1935.
En mayo de 1935 se publicó el primer boletín de la Federación de Agrupaciones de Radio, que abría la portada de su primer número con el siguiente saludo: "Por fin la unión de radioemisores españoles es un hecho, lo que fue sueño de dos ilusos es hoy una realidad, y de día en día serán más estrechos los lazos de unión de todos ellos [...]."
El 2 de junio de 1936, Miguel Moya remitió una carta al presidente de la Agrupación Castellana EAR presentando su dimisión como presidente de la FAR en la que incluyó las siguientes palabras como justificación a su decisión: "[...] Hemos querido que TODOS, absolutamente todos los aficionados, sin una sola excepción, pertenezcan a una única entidad, piensen de igual manera, actúen del mismo modo, tengan auténtico ideal.
Yo creo que para esta obra magnifica mi presencia al frente de la FAR seria una dificultad, y lo único que se hacer y que puedo hacer para facilitarla, es hacer lo que he hecho [...]"
La verdadera unión no se llegó a producir, a pesar de estar a las puertas de lograrlo, porque el inicio de la Guerra Civil lo impidió al quedar prohibida.
Colección EA1AB |
Al estallar la Guerra Civil española, la emisora de radiodifusión EAJ-7 Unión Radio Madrid fue incautada, quedando bajo el control de su Comité obrero desde el 24 de agosto de 1936, cuya composición fue de cinco personas, tres de UGT y dos de la CNT que tenían que tener una antigüedad mínima en la empresa de tres años y ser afiliados a cualquiera de los dos sindicatos. A continuación se redactó un Reglamento para su funcionamiento. Su sede fue trasladada temporalmente para evitar los bombardeos de las fuerzas enemigas. La alta frecuencia de la emisora se instaló en el sótano del edificio Madrid-Paris y los estudios, baja frecuencia y oficinas, con el Comité Obrero al frente, en un hotel de la calle Martínez de la Rosa.
Antena de la EAJ-7 Unión Radio Madrid (1925). Radio Sport |
La emisora, convertida en órgano de propaganda fue el altavoz que trasladó a los ciudadanos españoles el histórico discurso de Dolores Ibárruri, pronunciando el famoso eslogan «No pasarán»
Esta división de equipos de la emisora EAJ-7 permitió que la quinta columna madrileña contactase con Jesús Martín Córdova, técnico de Unión Radio, titular del indicativo de radioaficionado, EA4AO y también con Manuel Rodríguez Cano, ingeniero, EA4BE. El capitán Manuel Gutiérrez Mellado les pasaba en el Metro de Madrid la información a transmitir, que comienza a emitirse a mediados de marzo de 1937 mediante una estación clandestina instalada por los dos radioaficionados en el edificio de la EAJ-7 que utiliza la misma antena que la radiodifusora. Al principio las emisiones fueron sólo en radiotelegrafía, pero con el paso del tiempo también de música y voz.
Durante los últimos meses de la guerra, Jesús Martín Córdova, EA4AO; Manuel Rodríguez Cano, EA4BE, y Ángel Uriarte Rodríguez, EA4AD, pasaron información facilitada por el Estado Mayor al Alférez Arturo Quirell Donoso Cortés, destinado el 3 de febrero de 1939 al Servicio de Automovilismo del Ejército, realizando así una labor de espionaje en la que se identificaron como «Los tres mosqueteros».
De izquierda a derecha, Jesús Martín, Ángel Uriarte y Manuel Rodríguez Cano. Archivo FHT |
Ángel Uriarte, EA4AD. Archivo particular |
Jesús Martín Córdova, EA4AO. Archivo particular |
Manuel Rodríguez Cano, EA4BE. Archivo particular |
El 28 de marzo de 1939, la emisora EAJ-7 fue tomada por las tropas franquistas. El locutor Luis Medina pronunciaba entonces unas emotivas palabras de despedida. Horas después, las ondas de Unión Radio conectaban con la programación única transmitida por Radio Nacional de España.
Tras el fin de la Guerra y la proclamación de la dictadura, Unión Radio pasó a denominarse Sociedad Española de Radiodifusión (SER).
El 9 de agosto de 1939 Uriarte escribe una a carta a Javier de la Fuente , EA1AB, en la que le dice:
«Querido amigo:
Recibí su telegrama hace unos días retrasando el contestarle en espera de poder comunicarle alguna noticia interesante.
Ante todo la expresión de mi satisfacción por tener noticias de usted y saber ha pasado sin otro trastorno mayor estos años de trágico dominio de la horda que aquí duraron hasta el final. Nada he de referirle de ese periodo pues la historia de todos se parece y Córdova le habrá puesto a usted al corriente de detalles de mayor interés.
Apartado de la afición desde el año 35 mi cariño a la sociedad me ha hecho decidir a ocuparme de regularizar su vida activa, con grandes restricciones y al servicio exclusivo de España deseo que en primer término a todos los que de una u otra manera han estado al servicio del glorioso movimiento nacional, acreditado debidamente. Luego puede irse paulatinamente extendiendo esa autorización a todos aquellos debidamente.»
Colección EA1AB |
Uriarte realizaba gestiones para el levantamiento de la prohibición de la radioafición existente en ese momento, como quedaba patente en esta carta.
Por Orden del Jefe Principal de Telecomunicación, dependiente del Ministerio de la Gobernación, se envió en agosto oficio, por parte de los centros provinciales, a los titulares de estaciones de quinta categoría para exigirles el abono del canon correspondiente a 1939 de acuerdo a lo estipulado en el Reglamento, sin que ello supusiera la autorización para la puesta en funcionamiento de la estación, sino tan sólo el derecho a conservar el indicativo o la baja del mismo de no hacerlo efectivo. Para la utilización de la estación se remitía a las futuras disposiciones que se emitiesen en ese sentido. Quedaban en suspenso, de momento, el cobro de los cánones de 1937 y 1938, y se daba un plazo para el abono hasta el 1 de septiembre, advirtiendo que de no hacerlo la concesión quedaría caducada en dicha fecha.
El 25 de agosto de 1939 el Jefe Principal de Telecomunicación envió la circular 42-4ª a los centros provinciales en la que manifestaba que las Autoridades Militares que a comienzos del golpe de Estado se habían incautado de las emisoras de radio, propiedad de los particulares, devolverían estas a sus dueños previa realización de los trámites que oportunamente fijase la Dirección de Telecomunicación. En virtud de lo cual, daba instrucciones para que se enviase aviso a los propietarios de estaciones de quinta categoría residentes en su ámbito que estuviesen en ese caso, para invitarles a presentar una instancia solicitando la devolución de sus equipos. Estas deberían enviarse a la Dirección General debidamente informadas en lo relativo a la adhesión de los interesados al nuevo régimen. La devolución de los aparatos no implicaba autorización para su puesta en marcha y utilización hasta que se dictaran normas de carácter general en ese sentido.
Javier de la Fuente escribía a Uriarte el 17 de septiembre en contestación a la suya del día 26 de agosto. En ella le dice:
«Mi querido amigo: Recibí su carta del 26 del pasado agradeciéndole mucho todos los datos que me da respecto a la marcha de la Asociación, y le felicito pues veo su afición no ha decaído y se va a meter de lo en los trabajos de organización de la misma. Si mi modesta cooperación le sirve para algo ya sabe que aquí me tiene dispuesto a trabajar cuanto sea necesario.
Las circularé de Telégrafos respecto al pago del canon de 1939 y a la devolución de las emisoras incautadas ya se la comuniqué a todos los colegas de esta.»
Colección EA1AB |
En la página 65 de la revista norteamericana QST de septiembre 1939, se publicó bajo el título «Noticias de España» la siguiente información enviada por Jesús Martín Córdova, EA4AO, acompañada de una fotografía que refiere como «Aficionados españoles sirven en la guerra. De izquierda a derecha: Srs. Ángel Uriarte, EA4AD, impulsor de la organización de la radioafición española, ex presidente y secretario de ambas, U.R.E. y R.E .; J.M. de Córdova, EA4AO, previamente reportado ejecutado; y M. Rodríguez Cano, EA4BE, exEAR224. Todos eran funcionarios de U.R.E.».
De izquierda a derecha: Uriarte, Martín Córdova y Rodríguez Cano |
«El cese de las hostilidades en España nos brinda noticias de amigos aficionados allí por primera vez en tres años de silencio. Como era de esperar, hay noticias buenas y malas.
Nos da mucho placer decir que el informe que publicamos hace algunos años de la muerte de Jesús M. de Córdova, EA4AO, antes EAR-96 y quizás el más conocido aficionado de España, es falso.
Ha sobrevivido ileso a la guerra, como lo demuestra nuestra fotografía, y se informa que ha servido al gobierno actual de forma considerada valiosa por las autoridades nacionalistas.
Lamentamos profundamente que, entre los nombres de los ejecutados en Madrid durante la guerra, se encuentre el del capitán Francisco Roldán, EA4AB, ex EAR10, que presidió la Unión de Radioemisores Españoles, siendo ex presidente de la sociedad predecesora, Red Española; José López Agudo, EA4AR, y su esposa; Y Rafael Kutz, EA4AE.
Resulta de la información que ahora nos llega que numerosos aficionados españoles sirvieron utilizando la radio durante la guerra, tomando partido según sus convicciones. Aquellos que se sabe que han servido con el ejército republicano derrotado han sido descartados de la U.R.E. ; Algunos todavía están en campos de concentración en Francia. Es demasiado pronto para predecir el futuro de la U.R.E., porque todavía existe el equivalente de un estado de guerra y aún no es posible decir cuál será la disposición del gobierno. Sin embargo, algunos de los aficionados de Madrid destacados en los asuntos de la U.R.E. Son conocidos por haber sido capaces de prestar valiosa ayuda a la causa nacionalista y están en una posición favorable para restablecer la sociedad y obtener el reconocimiento gubernamental.»
En la revista QST de enero de 1940 se publicó la información que oportunamente remitió Jesús Martín de Córdova y que deja constancia de que las gestiones realizadas por Uriarte llegaron hasta el punto en que se había constituido la Junta Directiva de la Unión de Radioemisores Españoles, presidida por Ángel Uriarte, EA4AD, y en la cual le acompañaban, José Gutiérrez Corcuera, EA4AT, Vicepresidente; Manuel Rodríguez Cano, EA4BE, Tesorero; Francisco Bellón, EA4AQ, Contador; y Jesús Martín de Córdova, Secretario. «La Sociedad espera obtener muy pronto los permisos necesarios para su normal desarrollo y autorización del gobierno». Además tenían intención de reanudar la publicación de la revista, órgano portavoz de la asociación.
Pero todo quedaría paralizado a causa de la Segunda Guerra Mundial.
En 1942 Uriarte era presidente del Círculo de la Unión Mercantil de Madrid, año en el que falleció su madre en Bilbao, donde residía. En junio de 1946 repitió en dicho cargo, en el que se mantuvo hasta 1949.
En 1946 Julián Yébenes, EA5BC, se dirigió a los más altos organismos con sendos escritos razonando los motivos que aconsejaban reanudar la actividad amateur. Las reuniones de los radioaficionados se realizaban en el piso primero de la cervecería Cruz Blanca, situada en la calle Alcalá esquina Goya. Uno de los asiduos asistentes fue Luis Andrés González, capitán de la Guardia Civil y Jefe técnico de transmisiones del Cuerpo, que venía poniendo sus fuertes señales en el éter con el indicativo provisional EA4LA. Su defensa de la afición ante las autoridades fue decisiva.
Julián Yébenes Muñoz, EA5BC |
Luis Andrés González, EA4LA |
Ángel Uriarte fue, además, distinguido como Presidente de Honor de la URE al igual que ocurrió con Miguel Moya, EA4AA y Luis Rodríguez de Miguel, Director General de Correos y Telecomunicación.
La renovación de su antiguo indicativo EA4AD se produjo en septiembre de 1949.
El 20 de noviembre de ese mismo año Ángel Uriarte presentó la dimisión como Presidente de la URE. En Junta General Extraordinaria, presidida por Fernando Castaño, y celebrada nueve días más tarde se elige para dicho cargo a Julián Yébenes, EA4CL. Fernando Castaño, que obtuvo la adjudicación del indicativo oficial, EA4CK, repitió cargo de Vicepresidente en la nueva Junta Directiva.
Ángel Uriarte mantuvo su actividad amateur hasta 1952, causando baja su indicativo antes de la publicación del Callbook de 1953, en el que ya no aparece EA4AD entre los de las estaciones activas españolas.
La última mención que hemos encontrado en la hemeroteca sobre Ángel Uriarte es en agosto de 1968 con motivo de su asistencia a la boda de su sobrina Isabel Traver Centaño.
Ángel Uriarte falleció en Madrid el 27 de noviembre de 1976.
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