Antonio Victorero Lucio, EAR-169, EA1AQ
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Antonio Victorero Lucio, EAR-169 (1931) |
Hijo de Ramón Victorero Bada (fallecido en 1891) y Teresa Lucio Huerta. Él natural de Pernús (parroquia de Colunga, Asturias), era hermano de Raimundo, que, entre otras cosas, fue Rector del Seminario conciliar de Osma (1894) y Deán de León (1912), con una brillante carrera eclesial. Ella era lastrina, conocida en la Villa como Teresina.
Ramón Victorero Lucio, posiblemente el mayor de los hermanos Victorero Lucio, fallece a comienzos de abril de 1895 en el Colegio Seminario Val de Dios (Oviedo), del que era joven e ilustrado presbítero y catedrático.
Ramón Victorero Bada tenía negocio de venta de ropa de calidad y como el comercio tenía grandes altibajos, decide enviar a Méjico en busca de fortuna a cuatro de sus hijos: Agustín, Ángel, Francisco y Antonio en torno a 1890. Como tantos otros indianos, viajaron a México en busca de mejores oportunidades. Allí, en Torreón, Coahuila, lograron construir un próspero negocio de papelería y tabaquería al que pusieron por nombre «El Modelo». El incipiente núcleo de Torreón era un antiguo rancho que siete años antes había cedido unos terrenos para crear una vía férrea y una estación en un entorno agrícola. El área, de gran potencial, situada al norte del país e integrada en la llamada comarca lagunera, estaba a punto de experimentar un desarrollo fulgurante. En 1907 alcanza el estatus de ciudad gracias a la llegada del nuevo medio de comunicación y al progresivo asentamiento de pobladores, entre ellos numerosos empresarios y emprendedores extranjeros, deseosos de aprovechar las buenas conexiones nacionales e internacionales y las oportunidades que brindaba la zona.
Se trataba de una reducida colonia, apenas diez calles y cuatro avenidas, que se va nutriendo de pequeños comerciantes, transportistas, agricultores, empleados del tren y trabajadores de la primera industria de hilados y tejidos de algodón que abre en la zona, La Fe, para pasar de cuatro mil habitantes a mediados de la década a catorce mil, en su centro poblado, en los inicios del siglo XX.
En esa vorágine de establecimientos, bancos, fábricas de aceite y jabones, y manufacturas textiles, los cuatro hermanos Victorero Lucio, conocidos también como los Teresinos, por el nombre de la madre, ponen en marcha su comercio de Tabaquería y Papelería, depósito de las factorías de papel de San Rafael, para cubrir la demanda de artículos de oficina. El local, situado en el apartado número 57, en la esquina de las avenidas Zaragoza e Hidalgo, también servía útiles de escritorio, armas, cartuchos, material escolar y productos para ingenieros, además de actuar en calidad de Agencia de la Lotería Nacional.
Regentado por la familia, se anunciaba como «La casa más surtida de artículos del ramo. Ventas al por mayor y menor» y pronto se labró un sólido prestigio dentro del municipio y en los recuerdos de muchos de sus habitantes. El negocio, decorado con estantes de madera y un largo mostrador, obtenía beneficios suficientes para vivir con dignidad. Los hermanos Victorero mantienen, durante aquellos años, contacto fluido con su localidad natal.
En 1902 los Victorero incorporan a la plantilla del local a Isaac Villanueva, natural de Oviedo, al que inician en la actividad empresarial y que, tiempo después, se convertirá en administrador y propietario del establecimiento.
Durante cerca de una década, los hermanos Victorero prosperaron en un marco estable, en el,que aprovechan para diversifican sus inversiones, adquiriendo tierras y plantaciones, aunque su exitoso camino se ve amenazado con el cambio político en Méjico auspiciado por la revolución de 1910 liderada por Pancho Villa contra el gobierno del presidente Victoriano Huerta.
El comandante de la División del Norte derrota a las fuerzas federalistas que defendían la ciudad en la decisiva batalla de Torreón en 1914 y amenaza con matar a todos los residentes españoles por entender que explotaban a los peones.
Sólo tras la mediación del cónsul estadounidense, pueden abandonar con premura el país, obtener un salvoconducto y embarcar, vía Texas, rumbo a España donde seis de los hermanos de la saga, tres mujeres (Genoveva, Elvira y Concha) y todos los hombres (Agustín, Ángel y Antonio) menos el casado Francisco, llegan, al parecer, escondidos en unos barriles que transportaba un mercante.
La suerte de Francisco no fue la de sus hermanos, pues como quedó escrito el 23 de enero de 1916 en la revista gráfica semanal Asturias:
«D. Francisco Victorero Lucio, de distinguida familia de Lastres, falleció en El Paso, Texas (Estados Unidos) a donde había ido desde Torreón huyendo del bandidaje que impera en la República de Méjico.
A su afligida madre doña Teresina Lucio; hermanos don Agustín, don Antonio, don Ángel, doña Genoveva, doña Elvira, y doña Concha, así como a todos sus familiares, enviamos la expresión de nuestro más sentido pésame. —A.T.»
Francisco Victorero Lucio, nacido en 1876, se había casado en 1898 en México, con María Concepción Cervantes Peña.
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Francisco Victorero y su esposa (1898) |
En la siguiente foto, Francisco Victorero Lucio con su mujer, que sostiene en brazos a su hijo, y sus tres hermanos: Agustín, Ángel y Antonio. La foto está datada en 1904.
La esposa de Francisco, María Concepción Cervantes y más de un hijo sabemos que sobrevivieron pues en la esquela de Teresa Lucio Huerta (1932), la menciona expresamente, así como genéricamente indica «nietos» por lo que es de suponer que estos eran hijos de Francisco y Concepción Cervantes.
Como agradecimiento por haber sobrevivido al viaje de regreso a España, los hermanos Victorero financiaron la construcción de una cruz de madera de roble, de 7 metros de altura, que se colocó en el pico Pienzu, la cumbre más alta de la sierra del Sueve, con 50 reales de la época. Un rayo la destruyó en febrero de 1925 y levantaron una segunda cruz en 1928, de nuevo en madera, pero esta vez ensamblada. Costó 1.800 pesetas y fue destruida de nuevo tras la Guerra Civil. Una tercera cruz fue levantada por los Victorero en 1955, esta vez en metal, de 16 metros de altura y sujeta con tirantes de acero, que preside hasta hoy el Sueve.
Una vez retornados a Lastres, los hermanos Victorero toman, guiados por su olfato para los negocios, una decisión fundamental que salva e incrementa su patrimonio y les permite disfrutar de una existencia sin sobresaltos en Lastres, donde se instalan en una reformada casa señorial en la parte alta de la localidad. El edificio es uno de los típicos palacios asturianos del siglo XVIII, situado en la C/ La Fontana. Combina elementos propios de las construcciones rurales, como los cortafuegos y la buhardilla del ático, con otros que le confieren apariencia señorial.
Ese mismo año, convencidos de que sería una temporada lluviosa idónea para la floración, siembran y compran grandes cantidades de algodón. La cosecha es extraordinaria lo que, unido a la fuerte demanda de la fibra debido al estallido de la Primera Guerra Mundial, les otorga grandes beneficios al venderla al Reino Unido.
Los Victorero, austeros, religiosos y retirados de sus negocios, se convierten en oligarcas y líderes locales con estrechas conexiones políticas y eclesiásticas.
Sufragan con su dinero actividades benéficas, financian obras en el municipio e invierten en repoblaciones forestales y obras eléctricas.
Lejos de sucumbir al desaliento, los hermanos Victorero Lucio supieron adaptarse y reinventarse. En 1915 patentaron a nombre de «Agustín Victorero Lucio», número 59665, la máquina Victoria, un dispositivo avanzado que permitía liar cigarrillos de forma eficiente, precisa e higiénica.
La idea, una especie de entretenimiento que daba trabajo a cerca de veinte familias del pueblo, surge de la mente de Antonio, fotógrafo y Cinéfilo, recordado por su ingenio y capacidad inventora pese a carecer de estudios especializados, y apodado El Chispa, idea y diseña un dispositivo, en honor a su madre, que comercializa, bajo la marca Victoria, con ayuda de Agustín, el patriarca de familia, de carácter más serio y centrado en las finanzas y las relaciones públicas, y, en menor medida, de su hermano Ángel, llano, sencillo, amante de la naturaleza, aficionado a la meteorología y de quién se decía que era el que hizo la fortuna en Méjico.
Este ingenio no solo fue registrado en España, sino también en Estados Unidos, Inglaterra y Francia, compitiendo en mercados internacionales. La máquina Victoria recibió premios en exposiciones como las de Roma (1922) y Barcelona (1923), y su diseño, avanzado para la época, fue reconocido por su funcionalidad y elegancia.
Los hermanos Victorero no se quedaron solo en la máquina Victoria. Su inquietud y curiosidad los llevaron a desarrollar otros proyectos e inventos, algunos de los cuales llegaron a ser registrados como patentes. Aunque la mayoría no alcanzó el mismo nivel de reconocimiento que la máquina para liar cigarrillos, reflejan su capacidad emprendedora. Otros inventos de los hermanos Victorero fueron:
Una máquina de emboquillar cigarrillos (Modelo E) En los años 30, desarrollaron una versión mejorada de la máquina Victoria, adaptada para cigarrillos con boquilla. Incorporaron una chapa divisoria en la cinta transportadora que separaba el tabaco de la boquilla, logrando un producto aún más preciso y adecuado a las nuevas demandas del mercado.
Una prensa para planchar pantalones. Este dispositivo buscaba facilitar el planchado de pantalones en casa.
Un oscilador eléctrico, químico y fotográfico Aunque este proyecto nunca llegó a desarrollarse plenamente, se trataba de un dispositivo pensado para aplicaciones científicas y técnicas.
Un sistema de deslizamiento para muelles de ballesta. Diseñado para vehículos, este sistema introducía mejoras en la suspensión.
Un mueble clasificador de escritorio. Este invento buscaba optimizar el trabajo en oficinas y despachos.
Adoquines blindados para pavimentación de caminos Aunque este proyecto tampoco llegó a materializarse, destaca por su visión de mejora en la infraestructura vial.
En 1923 Antonio Victorero comenzó su actividad como radioescucha de broadcasting, captando las señales de la emisora de la BBC, 2ZY, de Manchester, que seguía con asiduidad, sobre todo el programa que, a modo de charla, consistía en la enseñanza del idioma español y eran impartidas por el profesor hispanófilo Bletcher, al que Victorero termina escribiendo para agradecerle sus clases y cuál sería la sorpresa de Antonio, cuando le escuchó responder a su carta desde la misma emisora en uno de sus programas.
Mánchester albergó una de las primeras emisoras de radio de la BBC, la 2ZY. Fue fundada y gestionada por la Metropolitan Vickers, una importante empresa de ingeniería de Mánchester, bajo el estandarte del nuevo consorcio British Broadcasting Company (BBC), un grupo de empresas que buscaba implantar la radio en el Reino Unido, en parte para poder vender aparatos. La 2ZY pudo haber comenzado a transmitir un día después de la emisora londinense 2LO, pero estaba decidida a destacar y ofrecer programas únicos directamente a los hogares.
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La 2ZY de Mánchester |
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Estudio de la 2ZY de Mánchester |
El mundo de la radio era muy diferente en 1922. Poca gente tenía su propia radio, ya que las radios prefabricadas eran caras y las caseras eran de mala calidad. Las emisiones se limitaban a unas pocas horas por noche, y cuanto más lejos se vivía de una de las pocas emisoras, más difícil era escuchar algo. Aun así, la posibilidad de recibir noticias, música y entretenimiento directamente en casa cautivó la imaginación de la gente, y la popularidad de la radio creció sin cesar.
Algunos años después, Antonio Victorero se inició en la ondas cortas de la mano de Javier de la Fuente, EAR-18, de Santander y empezó a construir su propia estación. Su emisor estaba diseñado en base a un circuito Colpitts y el receptor era tipo Schnell. Ambos circuitos, transmisor y receptor, eran los empleados por su amigo y colega, Javier, lo cual seguramente fue lo que animó a Antonio a decidirse a fabricar estos contando con el asesoramiento y experiencia de EAR-18 y dado el buen resultado que le daba ya a este. Javier de la Fuente se había iniciado en la emisión de las ondas corta en 1925.
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Con un X el domicilio de Antonio en Santander |
El interés por la Radioafición española se propagó por todo el mundo. Desde Lieja, Jacques de Sagher, ON4JX, escribió a Javier de la Fuente, EAR-18, para pedirle que le enviase algunas fotografías con la finalidad de ser expuestas junto a otras, en la exposición internacional que abriría sus puertas en la ciudad belga el 3 de mayo de 1930. La respuesta de Javier de la Fuente el 4 de marzo fue la siguiente:
«Mi querido ob (Old Boy), le ruego disculpe el gran retraso en el envío de las fotos prometidas para la próxima exposición de Lieja, pero nuestro colega EAR-169 (Antonio Victorero, de Santander) ha estado ausente y él es el “as de la foto” al que he recurrido para enviárosla. […]».
Antonio Victorero realizó, con tal fin, la siguiente fotografía de Javier, EAR-18, que sirvió a este para el diseño de una QSL que comenzaría a usar poco después.
Desde el nacimiento de la DASD en 1927, esta luchó contra el Ministerio de Correos del Reich (RPM) para que se siguieran aprobando las licencias de emisión y también de recepción para aficionados. Desafortunadamente, todos los esfuerzos fueron en vano, por lo que recurrieron a "trucos al margen de la legalidad" para permitir que los radioaficionados en Alemania continuaran con su afición. Se utilizaron los llamados indicativos provisionales, es decir, indicativos sin licencia que, a diferencia de los oficiales de 6 dígitos, constaban de sólo 5 caracteres. Como esto pronto se hizo evidente, también se utilizaron indicativos provisionales de 6 dígitos, que ya no podían asignarse a los grupos regionales mediante un simple cifrado. Si bien la policía contaba con medios legales para actuar contra los "transmisores ilegítimos", gracias a una ordenanza de 1924, y también podía confiscarlos, dado que los transmisores rara vez estaban en funcionamiento durante el día, en la práctica era poco lo que se podía hacer con medios técnicos para detectarlos.
En enero de 1928, entró en vigor la Ley de Instalaciones de Telecomunicaciones (FAG), una nueva promulgación de la Ley de Telégrafos modificada de 1892. Esta se basó en gran parte en su predecesora, pero introdujo el término "instalación de telecomunicaciones" como concepto genérico para todos los métodos técnicos de comunicación: teléfono, telégrafo, teleimpresora y radio. Se estableció la soberanía del Reich en materia de telecomunicaciones para todos estos sistemas. Por lo tanto, el uso de las emisoras sólo se permitía con la autorización del Ministro de Correos del Reich, cuya postura se mantuvo muy restrictiva. Se prohibió a los radioaficionados conectar transmisores a antenas mediante decretos emitidos en 1930 y 1931, lo que restringió enormemente la radioemisión de aficionados, forzando a muchos a hacerlo de forma clandestina, con fórmulas imaginativas de hacerlo, como fue el caso de Kurt.
En relación con este asunto, es ilustrativa una comunicación enviada a Miguel Moya, presidente de EAR, por el Dr. Curt Lamm, D-4AFA, de la DASD, en la que informaba a este de la creación, por la Sección Alemana de la I.A. R. U., de un diploma DEM «para las estaciones receptoras que consigan un gran número de recepciones en las bandas de amateurs. En Alemania no se conceden licencias oficiales de emisión, y debido a esta situación crítica de los amateurs emisores, la DASD señala a los OM's extranjeros las conveniencia de prestar especial interés a la respuesta de los QSL's de los DE [(aficionados alemanes)].». Moya decidió publicar esta información en el número de la revista de la asociación EAR correspondiente al mes de abril de 1932. La última frase es un reconocimiento y aceptación a los contactos entre los radioaficionados alemanes y españoles, aunque estos fueran con indicativos no autorizados, pero con la precaución de no delatarles, enviando las QSLs dentro de sobres en los que se escribiesen sólo los datos de la dirección de envió, sin añadir entre los mismos el indicativo, como era costumbre.
Hay que añadir que, aunque en España estaban prohibidas también las emisoras que no dispusieran del preceptivo indicativo oficial, estas proliferaban por todo el territorio de nuestro país, cuestión que cada vez era más perseguida. Aún así, existía cierta tolerancia con aquellos aficionados que habiéndose examinado y estando a la espera de asignación de su indicativo oficial, solían efectuar pruebas de emisión a la espera del mismo, y por breve plazo, asignándose uno provisional para identificarse en el éter.
En la QSL de Kurt podemos leer:
«¡Mi muy distinguido amigo y colega! Tengo al fin la satisfacción de enviar a Ud mis fotografías que ha recibido hoy. Le ruego hágame el favor disculpe el retraso en remitirle las fotos, lo que ha sido originado por exceso de trabajo y por haber recibido muy tarde las copias de las fotografías que le quiero enviar. ¡¡Yo estoy con una no permitida estación y el peligro es muy fuerte!! 500 Marcos=1.000 Pesetas ¡castigo! ¡Resulta imposible hacerse fotografías a uno mismo! ¿Comprende usted? La disposición de mi emisor es de tal manera, que el mismo se puede desmontar fácilmente, durante el día, para no ser descubierto por las autoridades de correos y telegrafía. ¡Hi!
Espero que muy muy pronto volvamos a encontrarnos, mi querido colega. Me dice que yo hablo muy bien el idioma español. ¿No es esta una tomadura de pelo? ¡Hi!
Tengo una gran admiración por España y estoy siempre encantado de encontrar con Ud.
Recuerdos cariñosos querido amigo de K. Heinkauser que le quiere mucho.».
El operador de esta estación Kurt Hartenstein, transmitió desde las ciudades de Plauen y Múnich, utilizando, a lo largo de los años, los siguientes indicativos: Kl0, k4aap, K4hh, EK4lm, EK4hh, EK4aar, DE0082, D4UU, D4SHH, D4LM, D4HH, D4GML, D4BUU, D4AAP, D4MAX. Fuente: Asociación Técnica de Radio Plauen/V. En la siguiente fotografía podemos ver a Kurt junto a los fundadores del Deutscher Amateur Radio Club - DASD (Club alemán de radioaficionados, constituido el 20 de marzo de 1927 en Kassel).

El domingo, 9 de agosto de 1931 se reunía en Suances el gang santanderino como venía siendo habitual todos los meses en un fraternal banquete. En esta ocasión contó con la presencia de el presidente de EAR, Miguel Moya, EAR-1, y en él participaron también, además de Antonio Victorero, EAR-169, los siguientes colegas: Javier de la Fuente, EAR-18 y delegado de la tercera región EAR; Julio Soler, EAR-17; Alfonso R. Lafont, EAR-138; Daniel Estefanía, E-160; Francisco Puerta, EAR-39; Luis Derqui, EAR-66 y José Ruiz Cuevas, EAR-52. La crónica publicada en la revista EAR comentaba:
«… Es así como en muy poco tiempo pudimos visitar las admirables instalaciones de Antonio Victorero y Javier de la Fuente, y ver “manipular" en su Fiat a Julio Soler, y “catalogar” las proezas fotográficas de Luis Derqui y los cuentos festivos de Lafont y las oportunas alusiones de Estefanía…»
Antonio Victorero y José Ruiz Cuevas, «el gran especialista de las comunicaciones con AC», se adhirieron entonces al grupo español de colaboración científica de ensayos en onda corta creado por iniciativa de la asociación EAR.
Muchas estaciones alemanas se interesaron por la Radioafición española, asociándose por entonces a la EAR. Fue el caso de Rudolf Riedel, d4WUM, de Plauen, quien el 1 de septiembre de 1931 celebró QSO con Antonio Victorero. En la QSL que le hizo llegar a este el alemán, podemos leer en la parte inferior derecha EAR (E-273), lo que significa que era socio de EAR y había obtenido indicativo de radioescucha de ondas cortas otorgado por la asociación española. En la revista EAR de octubre de 1930 se había informado de dicha alta como socio. En septiembre de 1931, además de con la EAR-169 de Victorero, reportó comunicación bilateral con varias estaciones españolas y extranjeras, y tras enviar a la revista española una lista de sus escuchas, esta fue publicada en la misma en octubre, con una nota que decía: «Ruego a los colegas que me piden QSLL directamente [(intercambio de QSL por correo ordinario)], lo hagan bajo sobre cerrado y sin indicativo ninguno al exterior, por ser este provisional».
Comenzaba septiembre y las condiciones de propagación entre Sudamérica y Europa comenzaban a empeorar, cuando Antonio Victorero consigue QSO con la estación chinela 3CR de los hermanos Arturo y Rául Atria CH. el día 4. Comenta el chileno en su QSL remitida a EAR-169:
«En mis manos hermoso card y foto, muchas gracias estimado Ob (Old boy) por el QSO que estaré complacido en repetir luego.
Es sensible que ya se están haciendo más difícil las comunicaciones con Europa. Habrá que esperar a la próxima temporada (de febrero a septiembre). Tengo varios “ones” (números uno) EAR (españoles), por radio he mantenido QSO con 185, 96, 10, 39, 136 y 169.
Mi set es tan modesto que no puedo sacarle foto. Por ahora le envío una pequeña instantánea de los cuatro cachivaches y sus operadores, un servidor y mi hermano.
Cuente con sus nuevos Ob CE (chilenos) a sus órdenes. Afectuosos y cordiales saludos. A.A.»
«En una de las fotos que acompañan o la descripción que nos envía nuestro querido amigo Antonio. Victorero, podrán observar nuestros lectores el emplazamiento verdaderamente magnifico de la EAR-169.
Pero el éxito y el "secreto" de los DX's de la 169 no consiste en el QRA (que conste), sino en ese "home-made", en esa presentación y ejecución admirables de los más mínimos detalles de emisora, y en la afición ejemplar de Victorero, que sabe hacer las cosas y hacerlas eficaces.»
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Antonio Victorero Lucio, EAR-169 (Portada EAR OCT 1931) |
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Foto con la emisora Colpitts al fondo a la derecha |
Corría el mes de febrero de 1932 cuando el día 28 Antonio Victorero comunica con Francisco Morales Fernández, EAR-146, de Mahón. En su QSL, de 9 de marzo, este le dice a EAR-196:
«Amigo Victorero, he tenido una verdadera satisfacción en volverle a oír vía éter, y sabe se le aprecia muy de veras. Mi distinguido y querido amigo: después de tanto tiempo, de comunicar ya puede imaginarse la satisfacción que he tenido con este nuevo QSO.
Le remito más fotos de la EAR-146 y su operador, aún cuando están muy mal hechas, se podrá Ud. hacer cargo de los cacharros que tengo. Ahora estoy montando otra emisora oscilación por cuarzo que espero dará buenos resultados.
Ya sabe lo mucho que le aprecia y distingue su siempre buen amigo y colega.»
Antonio Victorero remite una carta a Miguel Moya para ponerle al tanto de la última reunión banquete que el gang santanderino había celebrado recientemente. La información se recoge en la revista de febrero de 1932 y en marzo se publica la fotografía de la reunión, a la que asistieron: De izquierda a derecha, Daniel Estefanía Román, E-160; Francisco Puerta González, EAR-59; Javier de la Fuente Quintana, EAR-18; Luis Derqui López Cuervo, EAR-66; Antonio Victorero Lucio, EAR 169; Alfonso Rodríguez Lafont, EAR-138, y Julio Soler Jover, EAR-17.
«El indicativo oficial de emisión EAR 71, ha sido concedido a nuestro querido amigo y consocio D. Agustín Victorero, cuyo QRA es Lastres (Asturias). Deseamos mucho, triunfos a Agustín Victorero y que alcance pronto el titulo de WAC como lo ha conseguido su hermano Antonio con la EAR 169 de Santander».
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Agustín Victorero Lucio, EAR-71 |
En la misma revista se publica la extensa relación de estaciones escuchadas por Antonio Victorero desde su estación, EAR-169 en Santander, correspondientes a los ensayos mundiales de DX organizados por la ARRL.
El 27 de mayo de 1932 fallecía en Santander la madre de los hermanos Victorero Lucio, Teresa Lucio Huerta. La revista EAR lo informó entre sus páginas y al mes siguiente, la misma publicación contenía la carta de agradecimiento recibida en la redacción enviada por Antonio:
«Hemos recibido una carta de nuestro muy querido amigo Antonio Victorero, EAR 169, afligido en estos momentos por el fallecimiento de su señora madre (q. e. p d.), en la que nos dice:
“En días tan tristes nos hemos visto rodeados del cariño de estos queridos colegas, quienes desde aquí nos acompañaron también en nuestro viaje a Asturias con motivo del traslado del cadáver al cementerio de nuestro pueblo de Lastres.
Muy sentidas demostraciones de pésame hemos recibido también de muchos colegas que en el resto de España supieron la triste noticia y a quienes desde las acogedoras columnas de “EAR", tanto mi hermano Agustín como yo, le agradeceremos testimoniar nuestra gratitud.”»
Tras fusionarse las asociaciones EAR y Red Española en enero de 1933 para dar origen a la Unión de Radioemisores Españoles, Antonio Victorero es elegido subdelegado regional de Castilla-León.
A partir del 1 de enero de 1934 los indicativos de los radioemisores de quinta categoría pasaron a tener una nueva nomenclatura, por lo que Antonio Victorero pasó a tener el indicativo EA1AQ, siendo su domicilio, Paseo de Sánchez Porrúa, 40 de Santander. Esta calle, caracterizada por la existencia de residencias de verano y viviendas unifamiliares, recibió en 1905 el nombre de Paseo de Francisco Sánchez de Porrúa (alcalde de Santander y comerciante del siglo XIX). En 1937 recibió el actual nombre en homenaje al general Fidel Dávila. Sin embargo, popularmente sigue siendo conocido como «El Alta».
El 22 de noviembre de 1935, Antonio Victorero le envía, desde Lastres, una QSL de confirmación de escucha a EA2AJ del QSO, mantenido por este, el 17 del mismo mes, con Félix Ara, EA2BT, de Bilbao y que había seguido con atención por el interesante contenido de la conversación entre ambos colegas. En el reverso de la tarjeta, Antonio Victorero le escribe a Arrillaga:
«Sr. D. Juan Arrillaga
Muy distinguido colega, le envío por estas líneas un cordial saludo con el deseo de que en breve pueda hacerlo vía éter desde mi QRA en Santander.
Con frecuencia oigo a Ud. desde su maravillosa estación y hago hoy especial mención a su QSO del domingo con el EA2BT [Felix Ara Olate] para adherirme con entusiasmo a su idea de gestionar la traducción del Handbook a nuestro idioma lo que constituiría la más firma base técnica para la afición española. Al iniciar la realización de tan hermosa idea, supongo que su primera gestión será solicitar la cooperación de las asociaciones hermanas de Hispanoamérica, que no dudo se adhieran con la mayor simpatía. Felicitándoles por su idea y deseándoles el mayor éxito, me ofrezco a Ud. afmo. amigo y colega. Lastres, 22 de noviembre de 1935. Antonio Victorero, EA1AQ.»
El estallido de la Guerra Civil española vuelve a alterar los planes de la familia, circunscrita únicamente a los seis hermanos, ya que sólo Agustín había mostrado intención de comprometerse en matrimonio. Sin descendencia ni herederos, los hermanos se vieron en una posición difícil al encontrarse en zona republicana y socialista.
Un apagón eléctrico, fruto de un accidente fortuito o tal vez provocado por gente del pueblo, les permitió huir durante la noche a la zona liberada, en una lancha desde la que se desplazan a Luarca y posteriormente a Pontevedra.
Al finalizar la guerra, regresaron al municipio, donde financiaron la restauración de la iglesia y la adquisición de las campanas y el órgano, además de desarrollar diversas actividades benéficas y pagar vocaciones y carreras sacerdotales.
En poco tiempo retornan también la actividad a la factoría que sigue comercializando con gran aceptación la máquina Victoria.
En 1938 constan Oficios del presidente de la Diputación con el Gobierno Militar de Asturias sobre el ofrecimiento del diputado Agustín Victorero Lucio de fabricación gratuita en su empresa de Lastres Victorero Hermanos de todas las hebillas y ganchos necesarios para los correajes de los soldados.
En 1938 se produce la designación del gestor Agustín Victorero Lucio para que en representación de la Diputación forme parte del Patronato de la Escuela de Trabajo de Cangas de Onís.
Una de las aportaciones más populares de los hermanos Victorero fue el que se conoce como El Belén de Lastres. Este Nacimiento tiene su origen en 1939, cuando fue experimentado inicialmente por Antonio Victorero en el garaje de su casa. Cuando los hermanos Victorero Lucio, iniciaron el montaje del mismo en su domicilio de Lastres, era menos sofisticado y de menor dimensión que el posterior. Poco a poco lo fueron perfeccionando y ampliando, y en 1941 lo instalan de forma permanente en la Iglesia Parroquial de Sta. María de Sábada, en Lastres, en el altar El Cristo, donándoselo al pueblo de Lastres. Existen sustancias, denominadas iónicas, que en disolución acuosa se comportan como conductores de la corriente eléctrica pudiendo, por tanto, cerrar un circuito como si se tratara de un conductor metálico. La intensidad de corriente que circula por tal circuito depende, en proporcionalidad inversa, de la mayor o menor resistencia que ofrezca el conductor (sea un metal o una disolución iónica o electrolito).
En el caso de electrolitos la resistencia aumenta al separarse los electrodos introducidos en la disolución y disminuye si se acercan. Si la resistencia aumenta, la intensidad de corriente disminuye y si existe una bombilla o más intercaladas en el circuito, alumbrarán menos y hasta se apagarán. Si la resistencia disminuye, las bombillas volverán a lucir. Antonio Victorero, apodado “el chispas” por su gran capacidad inventiva, ideó un sistema mecánico que mediante la acción de excéntricas fuera acercando o separando los electrodos existentes en diversas disoluciones electrolíticas y así conseguir alternancias de luz, penumbra y oscuridades. En el Belen de Lastres amanece, luce el sol al mediodía, suenan músicas y canciones, se "apaga" el sol al atardecer y desparece en la anochecida ; despunta la luna en la noche y en las casitas se apagan las luces antes encendidas. Y entre sorpresas de nubes y cielos aparece un arcos iris como precursor de la Buena Nueva o Nacimiento de Jesús.
Agustín Victorero Lucio, EA1AJ (ex-EAR-71) falleció en 1958.
Antonio Victorero Lucio, EA1AQ (ex-EAR-169) falleció en 1964.
Ángel Victorero Lucio, nacido en 1884, era un apasionado de la naturaleza, y según parece en 1944 solicitó al propio Ministro del Aire, D. Juan Vigón, natural de Colunga, una garita, termómetros y un pluviómetro para poder colaborar. Disponía de un anemómetro y veleta de construcción propia. Durante sus ausencias contaba con la inestimable colaboración de su administrador de la Fábrica, Enrique Granda Olivar, que también se ocupó de realizar las observaciones en la etapa final de su vida.
Ángel falleció en 1977, a los 93 años de edad, previamente recibió el Diploma de la Red Climatológica Española en 1961.
El archivo de la Fábrica Victoria de Lastres fue donado al ayuntamiento de Colunga por la familia de Enrique Granda en 2014, al fallecer este, quien custodió hasta entonces toda la documentación histórica de la misma desde 1915 hasta 1970 debido a la falta de descendencia de todos los hermanos Victorero Lucio, que, salvó Francisco, permanecieron solteros hasta el final de sus vidas.
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