Daniel Estefanía Román, E-160, EA1CB
El 12 de octubre de 1912 se casa Justa Santos Garrido, hija del diputado provincial de Burgos, Tomás Santos Carazo. Daniel Estefanía era industrial bilbaíno.
Establece su residencia en Santander, dedicándose a actividades empresariales.
Obtiene licencia de radioescucha de ondas cortas, haciéndose socio de EAR y obtiene indicativo E-160 en febrero de 1931.
Participa en la reuniones habituales que celebra el gang santanderino.
El domingo, 9 de agosto de 1931 se reunía en Suances el gang santanderino como venía siendo habitual todos los meses en un fraternal banquete. En esta ocasión contó con la presencia de el presidente de EAR, Miguel Moya, EAR-1, y en él participaron también, además de Antonio Victorero, EAR-169, los siguientes colegas: Javier de la Fuente, EAR-18 y delegado de la tercera región EAR; Julio Soler, EAR-17; Alfonso R. Lafont, EAR-138; Daniel Estefanía, E-160; Francisco Puerta, EAR-39; Luis Derqui, EAR-66 y José Ruiz Cuevas, EAR-52. La crónica publicada en la revista EAR comentaba:
«… Es así como en muy poco tiempo pudimos visitar las admirables instalaciones de Antonio Victorero y Javier de la Fuente, y ver “manipular" en su Fiat a Julio Soler, y “catalogar” las proezas fotográficas de Luis Derqui y los cuentos festivos de Lafont y las oportunas alusiones de Estefanía…».
Antonio Victorero remite una carta a Miguel Moya para ponerle al tanto de la última reunión banquete que el gang santanderino había celebrado recientemente. La información se recoge en la revista de febrero de 1932 y en marzo se publica la fotografía de la reunión, a la que asistieron: De izquierda a derecha, Daniel Estefanía Román, E-160; Francisco Puerta González, EAR-59; Javier de la Fuente Quintana, EAR-18; Luis Derqui López Cuervo, EAR-66; Antonio Victorero Lucio, EAR 169; Alfonso Rodríguez Lafont, EAR-138, y Julio Soler Jover, EAR-17.
El 29 de mayo de 1935 se le concede el registro del rótulo de su establecimiento El Volcán, destinado a almacén de carbones en Daoíz y Velarde, 29 de Santander.
Obtiene indicativo oficial de radioemisor aficionado, EA1CB, alrededor de julio de 1935 (revista FAR, agosto, 1935). Es elegido vocal de la Agrupación Montañesa EAR, con sede en Santander, de la que es presidente, Javier de la Fuente Quintana, EA1AB y secretario, Luis Derqui López Cuervo, EA1AH. La Agrupación Montañesa EAR formaba para de la Federación de Agrupaciones de Radio, surgida en mayo de 1935 y que presidió Miguel Moya, EAR-1.
Tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936, Santander permanece fiel al gobierno de la República. Las concesiones de licencia de emisoras de radioaficionado se declaran caducadas. El centro provincial de Santander de Telecomunicación de la Subsecretaría de Comunicaciones emite, con fecha 20 de julio, una orden del Delegado Jefe del Centro a Ingeniero de Telecomunicación e Interventor Radio, en la que instruye «Procedan a la clausura de todas las emisoras de 5ª categoría existentes en este centro hasta nueva orden, incautándose de los elementos que consideren precisos para evitar el funcionamiento de las mismas.»
Así fue como, en el caso de Daniel Estefanía, funcionarios técnicos de Telégrafos se presentan en su domicilio para proceder a la inutilización de su estación cumpliendo la orden recibida que atañía a todas las estaciones de radioaficionado dependientes del Centro de Telecomunicaciones de Santander. Aún así, por los diarios, La Voz de Cantabria, El Cantábrico, del 23 de julio; y La Región del 24, sabemos que fuerzas de asalto del gobierno, al mando del sargento Martín Hernández Soto, había detenido y puesto a disposición judicial, el día anterior, a Daniel, alegando que tenía en su domicilio una emisora clandestina de radio, con la cual escuchaba también los mensajes que radiaban los rebeldes. La emisora fue incautada y llevada a la comisaría.
El día 24, el diario El Cantábrico publica la carta que Daniel había remitido al periódico aclarando el suceso y solicitando rectificación de lo que se había difundido por la prensa el día anterior.
«Una carta. La incautación de una estación. Se nos ruega la publicación de la siguiente carta:
“Señor director de El Cantábrico. Santander.
Muy distinguido señor mío, en relación a la noticia que publica la Prensa de hoy, de haberse incautado la Policía de una estación “clandestina” de radio, le ruego que, en honor a la verdad, rectofique la noticia, en el sentido de que tal estación es legal, ya que está legalmente autorizada por la Dirección general de Telecomunicación, y que tiene indicativo oficial de llamada.
En virtud de órdenes superiores fue hace días intervenida e inutilizada por la Jefatura de Telégrafos, al igual que las demás estaciones oficiales de aficionados, pues es medida general, que rige cuando hay graves alteraciones del órden público, a pesar de que todos los concesionarios las ponemos incondicionalmente a las órdenes del Poder constituido, al que prestamos el mayor acatamiento.
Cae por su base que con estas estaciones no se pueden recibir partes de ninguna procedencia, ya que para esto están los simples receptores que vende el comercio.
Muchas gracias por esta aclaración, y quedo suyo atento s.s.q.b.s.m. Daniel Eatefanía Román, concesionario de la estación experimental de quinta categoría EA1CB”»
Tras la legalización de la Radioafición en 1949, renueva su licencia con el mismo indicativo del que fuera titular antes de la Guerra Civil, EA1CB.
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