Agrupación Catalana E.A.R., EAR-274, EA3BD
La fundación de Esquerra Republicana de Catalunya como partido político tiene sus orígenes en la Conferencia de Izquierdas Catalanas que se celebró en Barcelona los días 17, 18 y 19 de marzo de 1931. Los principios políticos por los que se rigió el nuevo partido fueron el reconocimiento de la identidad de Cataluña como nación, la federación con otros pueblos ibéricos y la socialización de la riqueza, mientras que el programa social defendía la libertad sindical, el derecho de huelga, el establecimiento de un salario mínimo, una jornada máxima de ocho horas, vacaciones obligatorias, seguros, jubilaciones y escuelas. ERC eligió, por unanimidad, como presidente a Francesc Maciá.
El 14 de abril de 1931, las elecciones municipales que llevaron a la Segunda República española también dieron la mayoría en Cataluña a Esquerra Republicana de Catalunya. El mismo día, desde el balcón del Palacio de la Generalidad de Cataluña, Francesc Maciá proclamó la República Catalana, lo cual provocó un conflicto con el recién constituido Gobierno provisional de la República. Para resolverlo, tres días después, tres ministros del Gobierno provisional, Marcelino Domingo, Nicolau d'Olwer y Fernando de los Ríos, llegaban a Barcelona para negociar, alcanzando un acuerdo por el que Maciá aceptaba el compromiso del Gobierno provisional de que presentaría en las futuras Cortes Constituyentes un estatuto de autonomía para Cataluña. En la práctica, tras las negociaciones, Maciá renunciaba a la República Catalana y el Gobierno de Cataluña pasaría a utilizar en adelante la denominación de Generalitat de Catalunya.
En un día del mes de mayo de 1931 se reunieron en el domicilio de Francisco Martí Lloret, EAR-181, los colegas de afición, Luis Sagués Comas, EAR-94; José María Baytón Mijangos, EAR-CAJ; Martín Capdevila Claramunt, EAR-216; Marcial Roig Rovirosa, EAR-148; Enrique Torruellas Paussas, EAR-LI; y Enrique Sabater Buxóns, EAR-159 para constituir la «Agrupació Catalana EAR» que un año después contaría con 66 adheridos. Su primer presidente fue Enrique Sabater Buxóns.
La Agrupació Catalana E.A.R. se integró en Red Española, como quedó recogido en el boletín de Red Española, n° 10 (aparece mal numerado como 9), que debe corresponder a mayo de 1931, «… se ha llegado a una inteligencia con la entidad Agrupació catalana EAR, cuyos socios han ingresado todos, colectivamente, en Red Española…». Esta elige como su representante ante R.E. a Enrique Torruella Paussas, EAR-LI (ex-EAR-C15), que es sustituido, al poco tiempo, modificando la denominación del cargo a «corresponsal», por Francisco Martín Lloret, EAR-181 (ex E-017,ex-EAR-LO).
El 8 de mayo de 1932 se reunía una nutrida representación del gang catalán en una jornada de confraternización que fue celebrada en el hotel Baldiró de Vallvidrera. Los miembros del grupo catalán de Radioemisores de quinta categoría se repartían entre la asociación EAR, la pujante Agrupación Catalala EAR y el Radio Club Cataluña (socio de EAR). En la reunión hubo varias intervenciones. Daniel Arquero habló en representación del Radio Club Cataluña ofreciendo «en nombre de aquella entidad, que ha inaugurado una nueva y próspera era en su vida interna, la más entusiasta colaboración a la obra que realiza ”Agrupació Catalana”». Esta última estaba presidida por Marcial Roig Rovirosa, EAR-148.
Los asistentes fueron: Luis Sagués Comas, EAR-94; Arturo Llorca Bóu, EAR-115; Jaime Bosch Viladeus, EAR-118; Carlos Trillas Martínez, EAR-119; Abelardo Roca, EAR-139; Adolfo Yebra, segundo operador de la EAR-139; José Bosch Cruset, EAR-140 Marcial Roig Rovirosa, EAR-148; Florencio Calvera Herrera, EAR-158; Enrique Sabater Buxóns, EAR-159; Francisco Martí Lloret, EAR-181; Francisco Riu Olivar, EAR-184, Juan Bautista Vilas Pérez, EAR-192; Martín Capdevila Claramunt, EAR-216; Francisco Serra Mélich, EAR-220; Gabriel Bracons Prat, EAR-221; Luis de las Cuevas Duval, EAR-232; Ramón Miret Masso, EAR-236, de San Pedro de Ribas; Juan Fornells Puig, EAR-LP; Enrique Torruellas Paussas, EAR-LI, de Vilafranca; José Miserachs, EAR-LT; Juan Bautista Morató Portell, EAR-LU; José Ribas Batlle, EAR-LL; Ricardo Garrido, EAR-LAB; Daniel Arquero López, EAR-LAP; Alejandro Dumas Gómez, EAR-LAR; Enrique Cuéllar Altares, EAR-LBA; José María Font Pomės, EAR-C-9; Bienvenido Belmonte, EAR-CAB; José María Bayton Mijangos, EAR-CAJ; Ramón Margalef Bausell , EAR-CAO; Enrique Moreno Bergada, EAR-CAT; César Martín Estellés, EAR-CAU; Vicente Colomer Catafau, EAR-CBA; Buenaventura Blay Mas de Xaxars, EAR-KRA; Secretario del Radio Club Sabadell, cuyo nombre lamenta no haber tomado el cronista; Jaime Calvet Fabregat, EAR-CC. de Sabadell; Salvador Junoy Prunés, EAR-SJ, de Sabadell; Pedro Arana, EAR-JB, de Tordera; Pedro Vendrell Camps, EAR-JC, de Tordera, y José Esteve, EAR-VP, de Vilafranca.
Francisco Martí Lloret, EAR-181, rememoró la fundación de la Agrupación Catalana un año antes y Radio Sport comentó que «Jamas pudieron pensar que un éxito Semejante coronase así sus intenciones, por lo que su satisfacción es inmensa y hace votos porque acabe de agrupar a todos los EAR’s catalanes.»
El nuevo Consejo directivo de la Agrupación Catalana quedó formado en mayo de 1932 como sigue:
Presidente: Marcial Roig Rovirosa, EAR-148; Vicepresidente: Gabriel Bracons Prat, EAR-221; Secretario general: Martín Capdevila Claramunt, EAR 216; Secretario de Tráfico: Juan Fornells Puig, EAR-LP; Tesorero: Abelardo Roca Martínez, EAR-139; Contador, Enrique Moreno Bergada, EAR-CAT; Vocales: Luis Sagués Comas, EAR-94; César Martín Estellés, EAR-CAU; Arturo Llorca Bóu, EAR-115; Pelegrín Alviñá Torrent, EC7.
El 31 de mayo de 1932 se votaba la constitución del Comité correspondiente a la Delegación Regional de Cataluña de la asociación EAR. En el número 85 de la revista EAR correspondiente a julio, tras su carta de dimisión como presidente, Miguel Moya publicó la noticia con los detalles, acompañada de la lista de los 78 votantes del gang catalán, que por unanimidad habían elegido como miembros de dicho órgano de representación a Alfonso Lagoma Allué, EAR-29, Luis de la Tapia Pastor, EAR-117 y Alberto Roca Viñals, EAR-222, cuyas fotografías aparecieron ilustrando el texto.
También el presidente dimisionario de EAR quiso enfatizar que sólo la asociación EAR ostentaba la representación oficial de la IARU en España y que la delegación catalana tenía autonomía para funcionar, dentro de los márgenes establecidos en el reglamento de la EAR, con un servicio organizado de tráfico de QSLs que no excluía a nadie, fuese o no socio, así como otras ventajas de membresía.
«Seguidamente de constituida esta Delegación ha comenzado el trabajo a fin de organizar todos los servicios que de ella dependen, teniendo en cuenta que su actuación se basa en una organización autonómica absoluta, si bien dentro de los Reglamentos de la Asociación EAR.
Teniendo, pues, en cuenta el carácter autónomo de esta Delegación, es natural que todo cuanto esté relacionado con las relaciones entre los asociados y la organización EAR se hará por medio de aquélla.
Hemos de recalcar de una manera especial que la Asociación EAR es la Sección oficial española de la I.A.R.U.; [sus socios] son al mismo tiempo, y por derecho propio, socios de la mencionada entidad internacional.»
Jaime Calvet Fabregat utilizó indicativo provisional EAR-CC, con el que participó en junio de 1932 en el 2º concurso organizado por la Agrupación Catalana E.A.R., como prueba la QSL que remitió a EAR-VL, Enrique Vázquez Lescaille de Pontevedra, y en la que se estampó el sello de control «2r Concurs d’AC-EAR».
La Agrupación Catalana EAR obtiene el indicativo oficial, EAR-274 en enero de 1933, instalándose en el Hotel Ritz de Barcelona.
En octubre de 1933 Francisco Martí Lloret, EAR-181, escribe un artículo para el boletín de la URE, que se publicó en el mismo mes, para dar cuenta de una iniciativa de la Agrupación Catalana. Se trata del servicio de control que han establecido de una hora de duración, a partir de las siete y media de la tarde, de tal forma que sirviese a los EARs para mejorar sus emisiones.
La Agrupación Catalana EAR despliega una gran actividad y en el boletín social de URE de diciembre se informa brevemente de la actividad de muchos de sus miembros de una manera telegráfica pero que denota el estrecho contacto que mantienen todo el grupo. Se detalla también la mejora de los servicios sociales que presta aquella, que consisten en una intensificación del tráfico de qsl’s, el cual estaba siendo atendido con toda puntualidad desde la central de URE; Dos horas diarias de consulta en Secretaría, tanto de carácter técnico, como tramitación de indicativo, y preparación de exámenes de aptitud; radiación de sus noticiarios y avisos, todos los viernes a las diez en punto de la noche; tres clases semanales de transmisión y recepción morse, las cuales tienen lugar de nueve a once de la noche; servicio de control Para sus asociados en pruebas, mantenido todos los días desde las 19h30 a las 20h30; recopilación de «reportajes e informaciones para nuestro Boletín de la URE».
En el contexto político de Cataluña, Francesc Maciá fallece de una apendicitis aguda el 25 de diciembre de 1933 a los setenta y cuatro años de edad, siendo sustituido, al frente de la Generalidad de Cataluña, por Lluís Companys.
Pasan 4 meses desde que se hubiese publicado el boletín número 8 de URE hasta que en abril desde 1934 reaparece de forma independiente y renumerando su publicación desde año 1 y número 1. Hasta entonces, la revista Radio Sport había acogido el órgano portavoz de la asociación.
Francisco Martí Lloret, EA3BU, anuncia su QRT, noticia que publica el boletín de URE en abril de 1934, sin que se explicasen los motivos. Lo cierto es que abandonó la práctica de la radioemisión por aquel entonces, no volviendo a ella, quedando vacante su indicativo poco después.
Jaime Cercós Tardá, EA3CT (ex-EAR-264) repite como delegado de URE en Cataluña, al igual que Gabriel Bracons Prat, EA3CI (ex-EAR-221), como subdelegado, y secretario, Daniel Arquero López, EA3CW (ex-EAR-269). Sin embargo, a mayo de 1934 no se había elegido el Consejero Regional que sigue vacante.
A partir de 1934, la Agrupación catalana EAR se transforma en Agrupación catalana EA3, correspondiéndolo en indicativo EA3DB en la nueva nomenclatura aplicada, y esta se integra, en 1935, en la Federación de Agrupaciones de Radio, que presidió Miguel Moya Gastón Iriarte, EA4AA. La URE, que había nacido fuerte, comienza a debilitarse después del verano de 1934. El presidente, Ángel Uriarte escribe una carta a Javier de la Fuente, Consejero regional de Castilla-León-Noroeste, el 26 de julio en la que se queja de la situación por la que pasa la asociación y la falta de tiempo y ayuda para desempeñar eficazmente su tarea.
«[…] Por aquí yo sumamente preocupado pues el nuevo cargo del Círculo Mercantil donde estoy ejerciendo de Presidente me absorbe mucho tiempo y aumenta las preocupaciones. Unido a eso cada día se esfuman más las pocas colaboraciones que ya tenía y al quedar todo sobre mí no puedo atenderlo en la forma que yo estimo necesaria. Esto unido al desaliento moral que me producen cosas que no debían pasar cuando se ve los esfuerzos entusiastas que uno hace por elevar el concepto y prestigio de la Asociación me ponen en el trance de pensar en que sea otro el que represente a URE. Quizá haya quien desenvolviendo menos trabajo acierte a dar gusto a todos; en todo caso yo quedaré libre de la amargura que producen siempre las ingratitudes y podré dedicar mis actividades a los asuntos propios y a los de aquellas entidades en las que como recompensa de trabajos y desvelos recoge uno consideraciones y aprecios que es lo que con la propia satisfacción recompensa de estos sacrificios puramente honoríficos.
Creo que en el sentido del párrafo anterior me dirigiré muy en breve a todos los Delegados y Subdelegados regionales pues espero solo la celebración de la próxima Directiva que será la semana que viene para que tengan previo conocimiento del asunto mis compañeros de junta quienes si encuentran la manera de hacer un pequeño sacrificio y prestar un poco más de colaboración podría conseguir terminase el año como Presidente de la junta; pero si he de tener que seguir despachando el 90 % de lo que hay que hacer en la Asociación y además con los berrinches que vengo sufriendo la verdad no podría continuar.»
En la misma carta, Ángel trata el tema de una posible reforma reglamentaria propuesta por uno de los socios en el sentido de dotar a las regiones de un marco más amplio de libertad, cuestión que no comparte y considera innecesaria.
En el boletín de URE del mes de julio de 1934 se publicó el reglamento íntegro de la asociación con una serie de comentarios encaminados a enfatizar cómo las delegaciones regionales tenían una amplia autonomía que les daba margen más que suficiente para su gestión dentro de la asociación y del marco reglamentario existente.
«Hemos ofrecido estos comentarios y vamos a exponerlos, pero cu forma breve, sucinta y con la sola finalidad de probar cómo el Reglamento actual posee una amplitud de actuación para las regiones que ninguna miliza, lo que prueba que esa libertad de actuación va más allá de las propias necesidades regionales.»
Cataluña sigue sin elegir su Consejero regional de URE. Ángel Uriarte solicita colaboración de los socios en la editorial del boletín de septiembre, desde cuyo número hasta abril de 1935 no vuelve a publicarse, generando un espacio de silencio social que genera la frustración de sus miembros.
Un lamento por la situación creada en Cataluña y posibles causas de la Desaparición del Radio Club Cataluña
En el periódico El Día Gráfico, de 16 de diciembre de 1934, pág. 13 se publica dentro de la sección titulada «La Radio» un artículo editorial en el que se lamenta de la situación actual en Barcelona, donde se echa en falta una asociación que represente a la masa de aficionados. Hace referencia a la desaparición del Radio Club Cataluña y las posibles causas de su desaparición.
«PERFIL SEMANAL
E lamentable que una ciudad como la nuestra no cuente entre sus diversas asociaciones a la que represente a la masa compacta de aficionados a la radio, que hoy, por falta de ambiente, se encuentra dispersa.
Hasta hace poco tiempo, existió el Radio Club Cataluña, de brillante historial en la vida activa radiotécnica, que fomentó e impulsó en nuestra ciudad, y aun en España, la afición hacia esta noble rama de la ciencia, en una época en que se consideraba la radio como un pasatiempo y sus propaladores como unos maniáticos.
Y sin embargo, a sus actividades y orientaciones se debe, on parte, el incremento notable que adquirió en nuestro país la afición que había de poner en un lugar honorífico el nombre de España en el mundo entero, siguiendo paso a paso el movimiento evolutivo que ya desde entonces seguía la radiotécnica.
No obstante, a medida que la radio seguía un camino ascendente y la afición aumentaba, el Radio Cub Catauña languidecía, hasta acabar por cerrar sus puertas.
He aquí, pues, una curiosa paradoja: ¿Por qué, si la afición iba en aumento, el Radio Club llevaba una existencia mísera? ¿Qué causas podían motivar este contrasentido? La primera, la estandarización de los receptores, la segunda, siempre, según nuestro criterio, el de seguir una orientación interior demasiado inclinada a favor de los aficionados emisores, descuidanđo sensiblemente a los aficionados a la recepción, y la tercera, las desavenencias y discusiones, que alejaron de su seno a elementos de valía, y las dificultades económicas, que dieron al traste con una entidad que había de ser el orgullo de los viejos aficionados y el crisol donde se forjaran nuevas esperanzas de la radiotecnia.
Poco queda de todo ello, pero algo queda, la Agrupación Catalana E.A., y no obstante, su existencia actual no parece tener tampoco la brillantez de actuación, ni contar con el número de socios necesario para su desarrollo, a pesar del porcentaje de aficionados a la emisión y a la recepción que existenten. ¿Por qué, pues, esta apatía aparente?
Nosotros creemos, porque la experiencia así nos lo ha demostrado, que si se organiza una entidad de aficionados, donde, por una módica cuota, el asociado disfrute de algunas ventajas relacionadas con su afición, como son divulgación por medio de conferencias, pruebas de aparatos, consultas, biblioteca, etc., la cosa puede marchar bien. Tenemos el ejemplo en cualquier país extranjero donde los aficionados cuentan con su correspondiente entidad representativa. En Francia mismo, cualquier lugar o villa tiene su Radio Club, que defiende los intereses colectivos. Ahora mismo, en Paris acaba de constituirse la Asociación de Radioyentes de las Estaciones Parisinas.
Esta Asociación, según sus propios Estatutos, aspirara a:
Ser la gran familia de los aficionados franceses.
A la organización de veladas, en las cuales participarán todas las primeras figuras del arte.
Aportará a los Poderes Públicos su contribución y su colaboración para la lucha contra los parásitos.
Servirá los intereses de los aficionados, poniendo a su disposición un servicio técnico y jurídico.
Y trabajará, en fin, para la grandeza y el desarrollo de a Radiodifusión Francesa.
¿No es altamente sugestivo este programa? ¿No es verdaderamente eficaz y necesaria una asociación de aficionados ?
La idea está lanzada... el que simpatice con ella y la quiera recoger, que proceda como crea conveniente, y sepa que si es precisa nuestra colaboración, nuestro esfuerzo, aquí estamos, dispuestos a ofrecer nuestra concurso para convertir en realidad aquello que tantos años de existencia tenđría ya que contar.»
Período tras la Revolución de octubre de 1934: Decadencia de URE y auge de las agrupaciones regionales. El caso de Cataluña
La Revolución de Octubre de 1934 consistió en una insurrección obrera y revolucionaria que ocurrió en España, marcada por la huelga general convocada por la Alianza Obrera en protesta contra la entrada de la CEDA en el gobierno, que se percibía como un giro hacia la derecha. Los hechos más relevantes incluyen la proclamación del Estado Catalán por Lluís Companys en Barcelona el 6 de octubre, y la Revolución de Asturias, el foco más violento y prolongado.
En 1935 Uriarte era vicepresidente del Círculo de la Unión Mercantil de Madrid y teniente alcalde del distrito de Buenavista, como miembro de la gestora del ayuntamiento que se constituyó en octubre de 1934, tras su designación por el gobernador civil.
En marzo de 1935, Ángel Uriarte presentó su dimisión como Presidente de U.R.E. Su actividad como radioemisor aficionado fue disminuyendo desde entonces quedando desvinculado de toda actividad social. En la revista Radio Sport, Emilio Cañete pública en su sección Ondas Cortas, «suplemento dedicado a los simpatizantes, emisores y receptores», un artículo que tituló «Nosotros y las agrupaciones de radioemisores». Cañete se refiere a la situación existente en la radioafición española en ese momento, con una U.R.E. en decadencia y el auge de las agrupaciones regionales de radioemisores. Su contenido íntegro es el siguiente:
«Llega a nuestras manos una hoja titulada «Memoria», en la que la Presidencia de la Unión de Radioemisores Españoles presenta la nueva candidatura para 1935.
Su lectura nos produce tristeza ya que no podemos menos de recordar las épocas del pasado esplendor de URE, en las que vemos algo de nuestro propio esfuerzo, perdido por completo, ante tal decadencia.
Quizá por el hecho de haber alternado en las tareas de directivo y haber convivido en momentos difíciles y en nobles y empeñadas luchas que cristalizaron después en la URE, somos los primeros convencidos, y más que ninguno, del gigantesco esfuerzo, de la labor de titán, de absoluta buena fe, llevada a cabo por Ángel Uriarte, el hoy Presidente dimisionario de URE.
Nadie pondrá al servicio de URE cuanto de voluntad, perseverancia, trabajo, inteligencia y desinterés puso quien, como él, abandonó sus negocios —único patrimonio de que dispone— por el triunfo de una asociación a la que brindó tantas horas de asiduidad y de un modo tan polifacético.
Pero, justo es reconocerlo, nadie más difícil de someterse al criterio de sus compañeros de directiva y a otras orientaciones que no fuesen las de su propia sugerencia.
Los que de cerca conocíamos a Uriarte no nos extrañó el hecho de que al elegir, él mismo, la candidatura de 1934 no figurase en ella un sólo nombre de los que habíamos constituido, en diversas épocas, directivas de EAR, RE y URE.
Evidente que sólo así podría desarrollar una política de su entera complacencia, con el aval de una Junta, que no tendría más voluntad que la suya.
Muchos aspectos sociales habíanse iniciado en anteriores épocas; pero el afán creador de Uriarte, aun a costa de su propio esfuerzo, concibió la idea de editar una revista, propia de URE, de cuya publicación ha quedado una triste experiencia.
Hubiéramos hecho un vaticinio a su aparición, pero pudiéndose interpretar como un despecho nuestras afirmaciones que hacemos hoy, virtualmente desaparecida aquélla, asegurando que el fracaso actual de la URE se debe precisamente a la creación de su revista, órgano social.
No dudamos que el Boletín propio sea un anhelo social; pero los años transcurridos en EAR, RE y después en URE demostraron que era imposible.
De este fracaso, que como decimos, ha estado apunto de zozobrar para siempre la asociación, era el primer convencido el propio Uriarte que sabía, a ciencia cierta, que en la asociación no había hombre capaz de continuar la publicación del Boletín de URE. Quizás algunos se sonreirán al leer esta afirmación. Nos alegramos que sean más capaces; pero, estamos seguros, el tiempo nos dará la razón.
Naturalmente que cuanto más alto se colocase este Boletín más se evidenciaría el cambio de mano y más se echaría de ver la capacidad de su primitivo creador y animador.
Y como todo en este mundo su juzga por comparación, el Boletín se parecía, salvo en volumen, a RADIO SPORT al que había que superar, si posible fuese. Esfuerzo grande, grandioso, no nos cansaremos de repetirlo —que no hará ninguno de los que le sucedan—; pero que precisamente la semejanza le restaba el principal mérito, Se veía en la copia un personalismo innecesario.
Se utilizó, como argumento para buscar publicidad, la semejanza —que así se confesaba— con RADIO SPORT que al número siguiente cambiaba su distribución.
Se ofrecía cuatro veces más comisión que nosotros damos a nuestros vendedores; algo que una sociedad no debía hacer para con quien, como nosotros, había procedido con tanto cariño, tanta nobleza y tan probado desinterés.
Pero todo esto lo daríamos por bien hecho, y mejor empleado, si realmente el Boletín de URE hubiese respondido a su finalidad.
Su texto técnico era inadecuado a la masa de sus lectores, ya que los que podían digerir aquello preferían tomarlo, exento de errores, del Q.S.T.
El lujo editorial, sólo comparable al nuestro, y que ninguna otra publicación, ni aun el Q.S.T.—citemos como revista órgano consiguió—, acarreó pérdidas económicas que se hubieran acrecentado de haberse publicado todos sus números.
Entretanto no podía disponer de un teléfono Ia asociación y el local hubo de reducirse, mientras otros servicios, económicamente tan necesarios como los burocráticos, quedaban desatendidos.
Pero aunque este estado de penuria, bajo tan doradas cubiertas, no hubiese llegado a producirse, nadie será capaz de dudar de que esta inagotable fuente de trabajo —el caudal de energías y actividades de Uriarte—, realmente aplicado a la sociedad hubiera representado un triunfo enorme.
El período porque atraviesa URE es realmente crítico; las regiones constituidas en gang autónomos, y algunos de ellos incorporados a países extranjeros...
Con entusiasmo se han aprestado algunos ex directivos, que conocen a fondo el problema de la asociación, a ocuparse de ésta encaminando sus primeros pasos, demostración de cuanto anteriormente decimos, para llegar a una entente con otra revista de reciente creación.
Una asociación, ya constituida en alguna región, Barcelona y Valencia, y en período constitutivo en Madrid —la Agrupación EAR- se ha dirigido a nosotros para que seamos su portavoz—, se lo agradecemos mucho por no ser esta distinción ni merecida, ni esperada.
Pero no son estos los momentos para que RADIO SPORT, que fue el factor que decidió la batalla RE-EAR, tome partido por un grupo creado contra el que realmente debe vivir, porque en él todos han puesto —nosotros también— su voluntad, porque es de todos y es para todos, a cobijo de un título tan simpático, patriótico, y representativo, como lo es el de «Unión de Radioemisores Españoles».
El golpe de timón imprimido por Francisco Roldán. La URE resurge pero no frena el crecimiento de las agrupaciones regionales. El nacimiento de FAR. Evolución de la Radioafición en Cataluña
El 31 de marzo de 1935 se convocó una Asamblea General de socios de UR.E. en la que fue elegida nueva Junta Directiva, la cual quedó así conformada: Francisco Roldán Guerrero, EA4AB, ex EAR-10, Presidente; José Gutiérrez Corcuera, EA4AT, ex EAR-125, Vicepresidente; Edmundo Mairlot Chaudoir, EA4CC, EA1AS, ex EAR-185, Secretario; Francisco Bellón Villar, EA4AQ, ex EAR-110, Tesorero; y José María Benito Urgel, EA4BN, ex EAR-308, Contador. Entre los miembros de la anterior Junta Directiva estaban, Enrique Castaño Rodríguez, EA4BJ, ex EAR-259; Jesús Planchuelo Macabich, EA4BC, ex EAR-204; y José Losada Pérez de Guzmán, EA4BT, ex EAR-319, entre otros.
Los nuevos directivos de U.R.E., con Roldán a la cabeza, dieron un golpe de timón, poniendo los asuntos pendientes al día. También pusieron todo su empeño en buscar la unión de todos los radioaficionados españoles.
El nacimiento de la Federación de Agrupaciones de Radio (F.A.R.). La Agrupación Catalana EA3 y sus concursos
El 9 de abril de 1935 la Agrupación Castellana EAR celebró su Junta de Constitución en el Café Chiki-Kutz, Paseo de Recoletos, 31 de Madrid, nombrando Presidente a Rafael Kutz, ex-EA4P (provisional) al que había sido concedido recientemente el distintivo recuperado EA4AE, y socios de honor al Director General de Telecomunicación y a Julio Álvarez Cerón, nombrado en 1933 Ingeniero director de los servicios de automovilismo y radiotelegrafía de la Dirección General de Seguridad y desde febrero 1934, como consecuencia de los cambios llevados a cabo por el Gobierno en el Ministerio de la Gobernación, entre los cuales se creó una sección especial de radio dependiente de la Dirección General de Seguridad, a la que quedaron adscritos los servicios de radio dependientes del Ministerio de la Gobernación (Seguridad y Guardia Civil), su Jefe, siendo José Blanco Novo, primer radioaficionado gallego, ex-EAR-28, EA4BQ, el Subjefe.
Tras la formación de la Agrupación Castellana EAR se adhirieron la Agrupación Montañesa EAR de Santander y la Agrupación Catalana EA3 de Barcelona, mientras se organizaron también otras agrupaciones que dieron lugar a la Federación de Agrupaciones de Radio. Por voluntad unánime de las primeras agrupaciones, se nombró Presidente de la Federación a Miguel Moya Gastón de Iriarte, EA4AA, ex EAR-1.
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Miguel Moya Gastón Iriarte, EA4AA |
La revista Radio QRA se hizo eco de la noticia en su número de junio de 1935.
En esos meses, muchos radioaficionados españoles, decepcionados con la gestión de los directivos de URE, se refugiaron en la agrupaciones regionales, que se fortalecen a medida que pasa el tiempo, dando cada vez mayor protagonismo a FAR desde su nacimiento en 1935, llegando a disputarle el liderazgo a la URE, única entidad constituida como sección española de la I.A.R.U.
La URE tuvo, bajo la presidencia de Roldán, un nuevo impulso, organizando nuevos concursos y recuperando el prestigio perdido, dando calidad en los servicios a los socios, pero no consiguió acabar con la división existente en la Radioafición española.
Cambio de sede de la Agrupación Catalana EA3
La Agrupación Catalana EA3 traslada su QRA, en junio de 1935, al Hotel Oriente, aparatado de correos, 21 de Barcelona.
En mayo de 1935 se publicó el primer boletín de la Federación de Agrupaciones de Radio, que abría la portada de su primer número con el siguiente saludo: "Por fin la unión de radioemisores españoles es un hecho, lo que fue sueño de dos ilusos es hoy una realidad, y de día en día serán más estrechos los lazos de unión de todos ellos [...]."
Cambio de denominación de la Agrupación Catalana EA3 a Agrupació Catalana de Radioemissors.
Entre agosto y septiembre de 1935, la Agrupación Catalana EA3 cambia su denominación por Agrupació Catalana de Radioemissors.
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Colección EA3BTZ, Enric Fraile |
En octubre se celebraba en el Hotel Oriente de Barcelona la fiesta de entrega de premios de la tercera edición del concurso de fonía organizado por la Agrupació Catalana de Radioemissors y que ganó Juan Valls, EA8AF, de Santa Cruz de Tenerife. La crónica fue publicada en la revista FAR de aquel mes, incluyendo una fotografía de los asistentes, en la que están:
Ramón Serrano, EA3CV (ex-EAR-266); Manuel Cudinach, EA3EE; José Balada, EA3CS (ex-EAR-263); Gabriel Bracóns, EA3CI (ex-EAR221); Baldomero Ferrer, EA3ES; Germán López, EA3ER; José Zoppetti Andreu, EA3EN; Juan Boix Iglesias, EA3DF (ex-EAR-279); Luis Duch, EA3EP; José Garriga Albert, EA3DQ (ex-EAR-297); Modesto Mabras, EA3ED; Enrique Moreno, EA3CR (ex-EAR-260). La fotografía fue realizada por Enrique Cortés Bartra, EA3DY (ex-EAR-306).
La inauguración de las nuevas instalaciones de la Agrupació Catalana de Radioemissors en el Hotel Oriente de Barcelona se producía en plena temporada radioamateurísta, una vez liquidado el tercer concurso de fonía organizado por esta, que había sido todo un éxito. En ellas, la emisora EA3DB, propiedad de la agrupación, se complementaba con un completo laboratorio dotado de aparatos de precisión. La pre-inauguración de la emisora se había efectuado el 11 de noviembre de 1935, a las siete de la tarde, realizándose las primeras pruebas entre EA3DB y la EA3DY, de Enrique Cortés. Cuatro días más tarde se procedió a la inauguración oficial con una emisión especial radiada a las 22 horas que fue convenientemente seguida por los socios residentes en diferentes puntos de la ciudad. Los resultados fueron muy satisfactorios, después de los sucesivos y disciplinados controles que cada uno de ellos fue pasando a la EA3DB.
Nueva Junta directiva de la Agrupació Catalana de Radioemissors
Respecto a la Agrupació Catalana de Radioemissors, esta celebró Junta General El 19 de febrero de 1936, a la que asistieron cerca de la mitad de sus socios, siendo elegidos para componer la nueva Junta directiva: Juan Boix Iglesias, EA3DF, presidente; Germán López Abia, EA3ER, vicepresidente; Baldomero Ferré, EA3ES, secretario; Enrique Moreno, EA3CR, tesorero; Manuel Cudinach, EA3EE, Tráfico; Luis Duch, EA3EP, técnico; vocal ayudante de secretario, Ramón Serrano, EA3CV; vocal ayudante de tráfico, Enrique Zopetti, EA3EN.
Como novedad, la agrupación catalana creó el «Trofeo anual Agrupació catalana de radioemissors» para distinguir a aquella estación de quinta categoría, de entre sus socios, que fuera merecedora de tal distinción. Entre las condiciones que se establecieron en las normas que regulaban el galardón, estaba la de que los equipos fuesen construidos por el titular o con ayuda de otro compañero, excluyendo las que eran adquiridas a casas comerciales. Todos los socios tenían derecho a voto.
La búsqueda de la unión de todos los radioaficionados
El enfrentamiento entre los dirigentes de URE y FAR fue creciendo hasta que finalmente se buscó el entendimiento en 1936 y se llegó a un acuerdo para buscar la unión.
El 2 de junio de 1936, Miguel Moya remitió una carta al presidente de la Agrupación Castellana EAR presentando su dimisión como presidente de la FAR en la que incluyó las siguientes palabras como justificación a su decisión: "[...] Hemos querido que TODOS, absolutamente todos los aficionados, sin una sola excepción, pertenezcan a una única entidad, piensen de igual manera, actúen del mismo modo, tengan auténtico ideal.
Yo creo que para esta obra magnifica mi presencia al frente de la FAR seria una dificultad, y lo único que se hacer y que puedo hacer para facilitarla, es hacer lo que he hecho [...]"
La revista Radio QRA de junio de 1936 dedicó su portada y un amplio reportaje a Juan Boix Iglesias, EA3DF, presidente de la Agrupació Catalana de Radioemissors. En el mismo número se publicaron las bases del quinto y último concurso que organizó la agrupación. El mismo se celebró, únicamente en telegrafía, los días 7, 14 y 21 del mes de junio.
La verdadera unión de la Radioafición española no se llegó a producir, a pesar de estar a las puertas de lograrlo, porque el inicio de la Guerra Civil lo impidió al quedar prohibida.
Hubo que esperar hasta 1949 para que la Radioafición fuese de nuevo legalizada en España, pues a pesar que en 1939, terminada la contienda, se iniciaron los trámites para normalizar la situación, enseguida comenzó la Segunda Guerra Mundial, dando al traste con el intento.
La historia de la Radioafición desde la fundación de la Unión de Radioaficionados Españoles en 1949 y su posterior desarrollo es objeto de otro capítulo. Nada tiene que ver con la etapa anterior. Muchos radioaficionados murieron en la guerra, otros tuvieron que exiliarse y muchos de los que sobrevivieron no pudieron o no quisieron acceder a la afición por motivos políticos o por no traerle buenos recuerdos las vivencias sufridas en la etapa bélica. Sabia nueva también nutrió las filas del amateurismo desde entonces y Cataluña volvió a despuntar.
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